SAN LUIS POTOSÍ, México.- El bicampeón Olímpico y tres veces titular Mundial, Mario Kindelán, intentó vender a su otrora rival Amir Khan la medalla de oro obtenida en los Juegos de Atenas 2004. ¿El motivo?, construirle una casa a su mamá.
Así lo contó recientemente el británico Amir Khan al sitio talkSPORT.com. Kindelán y Khan protagonizaron la final de los 60 kg en Atenas 2004.
En la disputa, el cubano, ahora de 52 años, ganó el oro 30-22.
Esta semana, se reencontraron en un evento en Bahréin y ambos publicaron un vídeo en las redes sociales en el que Khan relataba la oferta del cubano.
El británico explicó que el púgil cubano le había ofrecido la presea por 5.000 dólares para construir una casa para su madre en Cuba.
“Fue triste ver en un tres veces Campeón del Mundo Amateur, uno de los mejores amateurs que ha salido de Cuba y dos veces medallista de oro olímpico. Ver eso, me duele. Me dolió cuando me decía que no tenía dinero, así que le di algo en efectivo”, contó Khan.
Khan se negó, insistiendo en darle el dinero a condición de que prometiera quedarse con la medalla y no venderla nunca.
“Pero me dijo: ‘De verdad quiero venderte mi medalla de oro para poder construirle una casa a mi madre, la familia es muy pobre y quiero construirle una casa’”, relató.
El británico le dio el monto pedido, pero se negó a tomar la medalla que pertenece al caribeño.
Mario Kindelán, estrella del boxeo
La estrella cubana, que ahora tiene 52 años, también ganó el torneo de Sydney 2000 y se retiró como bimedallista olímpico y tricampeón mundial amateur.
Sin embargo, debido a las restricciones impuestas en la Isla, nunca pudo convertirse en profesional.
El boxeo profesional ha estado prohibido durante 60 años en Cuba y sólo regresó recientemente, el año pasado, en virtud de una normativa específica que lo limita.
En reciente entrevista con la periodista Julita Osendi, Kindelán ofreció declaraciones de denuncia a las autoridades deportivas cubanas y el régimen.
En su conversación explicó que el Gobierno de la Isla le había negado la posibilidad de viajar a Bahréin, donde ahora es entrenador del Grappling Club, pero gracias a “la magia de internet”, desde ese país contactaron directamente con él.
Mario Kindelán denunció además que, a pesar de su vida dedicada y comprometida con el deporte cubano, desde su retiro, hace más de 15 años, fue olvidado.
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