La producción de pan en Cuba sigue siendo objeto de debate en toda la isla.
Durante el 2023, la provincia de Sancti Spíritus, al igual que el resto del país, ha experimentado una inestabilidad en el suministro de harina de trigo, lo que ha afectado la producción de pan de la canasta familiar normada.
¿Por qué las mismas panaderías que no hacen el pan de la bodega sí lo venden a altos precios? A estas y otras preguntas respondió Víctor Díaz Acosta, director de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria en Sancti Spíritus, a Escambray.
Según el directivo, la provincia ha estado lidiando con la escasez de harina de trigo, necesaria para la producción de pan. A pesar de los altos costos de adquisición de trigo en el mercado internacional, el Estado cubano subsidia la harina a la Unión Molinera a un costo de 9.7 pesos el kilogramo en moneda nacional, dijo.
Asimismo, aseguró que “el bloqueo impuesto por Estados Unidos ha dificultado aún más la situación, aumentando los costos y complicando el pago del trigo”. Esto ha llevado a la necesidad de tener un transporte constante en La Habana o en Cienfuegos para trasladar la harina a la provincia tan pronto como se libere el trigo, lo que genera gastos adicionales y exige un esfuerzo extra de los trabajadores.
PRODUCCIÓN DE PAN EN CUBA
De acuerdo a la explicación ofrecida, la provincia debería recibir 28.4 toneladas de harina al día para el pan de la canasta, pero actualmente solo recibe 24 toneladas. Esto ha obligado a reducir el peso del pan de 100 a 60 gramos en algunos municipios.
También aclaró que a pesar de los subsidios estatales, la producción de pan trae pérdidas para la empresa, que ascienden a 3 a 4 millones de pesos cada mes. En este punto, agregó que si la empresa solo vendiera el pan de la canasta, la pérdida superaría los 39.1 millones de pesos al cierre de octubre.
Ante la interrogante de por qué se vende pan a 75 pesos en la misma panadería donde no hay pan de cuota, el directivo dijo:
“Nuestras unidades están para hacer pan, no de un solo tipo, sino el que se pueda, aunque la canasta familiar es la prioridad, pero si no hay suficiente harina buscamos variantes que nos permitan dar empleo y salario a los 1 124 trabajadores de este sector”.
En esta línea, agregó: “Somos responsables de generar ingresos para poder enfrentar el arreglo de los motores que se queman con frecuencia o de cualquier otro equipo y eso sale de las producciones alternativas con precios diferenciados”.