El vestíbulo principal de la sede de Naciones Unidas en Nueva York acoge desde este martes una exposición de título inquietante: Cuba, un compromiso sostenido con todos los derechos humanos para todos. Pinturas del artista visual cubano Yosvany Martínez se alternan con obras de otros fotógrafos de la Isla en una muestra organizada para promover la reelección de Cuba como miembro del Consejo de Derechos Humanos, un mandato que expira el 31 de diciembre.
“El pueblo cubano es dueño de su propio destino, ejerce pleno poder y control sobre la vida del país, y participa activamente como actor principal de un sistema efectivo de democracia socialista y justicia social que apoya y avala”, reza el texto del tríptico de presentación de la muestra, firmado por el vice primer ministro de Relaciones Exteriores de Cuba y Representante Permanente ante la ONU, Gerardo Peñalver Portal.
El documento pretende destacar la importancia que tiene para las políticas de Cuba “la protección de los derechos humanos y la cooperación internacional”. “Con humildad, pero con un importante historial de desempeño en esta esfera, con resultados tangibles disfrutados por nuestro pueblo y reconocidos internacionalmente”, continúa el mensaje, que menciona, como era de esperar, que todo se ha conseguido “a pesar de un duro bloqueo de más de 60 años”.
La muestra contiene fotografías de los médicos cubanos en misiones internacionales en un momento en que el descrédito es total
El texto prosigue glosando los que una vez funcionaron como pilares promocionales del régimen pero que ahora están visiblemente deteriorados, a saber: la salud, la educación, el deporte y la ciencia.
Para ilustrarlo, la muestra contiene fotografías de los médicos cubanos en misiones internacionales en un momento en que el descrédito es total y se ha denunciado desde distintos organismos, incluido el que acoge la exposición, la explotación de los profesionales, que reciben apenas un 15% de los salarios que los países para los que trabajan pagan por ellos. A ello cabe sumar el hecho de que se les retire su documentación para impedirles viajar, se les obligue a mostrar su adhesión al Gobierno o se les impida relacionarse con la población de los países de destino.
Nada mejor puede decirse en el caso de los deportistas, cuyas fugas se cuentan por varias docenas anualmente; o de los docentes, que abandonaron sus empleos provocando una escasez de maestros crónica en los últimos años.
Otra de las fotografías que exhibe la muestra es la que reivindica las tres vacunas de factura nacional contra el covid-19, aunque tres años después Cuba no ha recibido aún el aval de la Organización Mundial de la Salud para su uso de emergencia.
Las autoridades sacan pecho, como se ve en los carteles de la muestra, de otros presuntos logros. Uno de ellos es la lucha contra el racismo, a pesar de que sistemáticamente las encuestas oficiales demuestran que la población negra y mulata tiene peores puestos de trabajo, peores salarios, mayores índices de pobreza y menor representación institucional, entre otras adversidades.
Las autoridades sacan pecho, como se ve en los carteles de la muestra, de otros presuntos logros. Uno de ellos es la lucha contra el racismo
También aparece una aparente protección a las personas con discapacidad que pocos suscribirían.
Lo más llamativo, sin embargo, es el cartel que proclama las bondades del Código Penal, la Ley de Proceso Penal y otras reformas que “garantizan el debido proceso” en el ámbito de la administración de justicia, un asunto difícil de creer sobre un país que, ya como miembro del Consejo de Derechos Humanos (la elección es por tres años y se remonta a 2020) encarceló a más de un millar de personas por las manifestaciones del 11 de julio de 2021, imponiendo penas de decenas de años a algunos de ellos por “sedición”. La ilustración que acompaña al texto no se queda atrás y muestra una votación por unanimidad en la Asamblea Nacional.
Los artistas que dieron vida a la exhibición están “formados íntegramente por la Revolución, totalmente gratis, como todos los nacidos después de 1959”, añade el texto de presentación, que sigue: “Esta exhibición refleja nuestro progreso en los derechos económicos, sociales y culturales, en la esfera de los derechos políticos y civiles”.
Peñalver, que asistió este martes a la inauguración junto a Yosvany Martínez, invitó a los miembros permanentes y rotatorios del Consejo a disfrutar de la muestra. “Espero que lo disfrutes y entiendas el orgullo de ser cubano”, cierra el texto.
Cuba fue elegida miembro del Consejo en octubre de 2020 en medio del malestar de muchos países que acogieron con indignación su entrada, que se produjo junto a la de China y Rusia. Los miembros se eligen de manera directa cada tres años por cupos regionales –América Latina tiene ocho asientos– y no pueden repetir tras dos mandatos seguidos, por lo que la Isla intenta ganar la que sería su última oportunidad a corto plazo, para 2024-2026.
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