La Suprema Corte de Justicia de México ordenó este jueves a la Secretaría de Salud Federal revelar el número de vacunas contra el covid-19, entre ellas la cubana Abdala, que “caducaron” antes de su aplicación, así como su fabricante y su lote de procedencia. En un comunicado, la Corte subrayó que esta información “no pone en riesgo la seguridad nacional” ni la lucha contra la pandemia, como argumentó el Gobierno para no dar a conocer los datos.
14ymedio conoció que al menos 335.244 dosis fabricadas en la Isla caducaron en agosto y que habían sido distribuidas en los estados de Coahuila, Chihuahua, Jalisco, Puebla y Oaxaca. De ellas, 70.000 fueron autorizadas en Coahuila para ser aplicadas como dosis de apoyo contra el virus por otros 18 meses.
El Gobierno de México también ha definido como “clasificada”, durante cinco años, toda la información relacionada con la contratación de especialistas cubanos a la Isla, así como los acuerdos y pagos realizados por el envío de 9.000.000 dosis de la vacuna Abdala. La Consejería Jurídica bloqueó la información, alegando que ofrecer detalles sobre el proceso de los acuerdos de confidencialidad podría ser aprovechado por grupos criminales.
La enfermera especialista en cuidados intensivos Vannesa Ordoñez, que denunció el uso de dosis cubanas caducadas en Coahuila, precisó a 14ymedio que en el estado de Zacatecas 400 dosis de la vacuna estadounidense Pfizer, caducadas desde noviembre de 2022, fueron inyectadas a los niños que acudieron al centro de salud Francisco Esparza.
“Existe preocupación en el personal de salud porque esto se dio a conocer justo después de que Cofepris (la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) autorizó el uso de las dosis cubanas caducadas en Coahuila. Lo de Zacatecas fue por una denuncia anónima, que pudimos comprobar”, explica. Ordoñez advirtió de que “los niños son un sector vulnerable y se debe de transparentar cada medicamento que se les suministra, e informar a los padres, que son los que dan el consentimiento”.
En enero pasado, se aplicaron también dosis de Pfizer caducadas bajo el argumento de que podía suministrarse hasta 12 meses después de la fecha de vencimiento, el 31 de octubre de 2022, como se señalaba en el frasco. En esa ocasión, las autoridades del estado de Guerrero aseguraron que “no había ningún problema” y que los fármacos “servían y se podían suministrar hasta febrero” de 2023.
En septiembre del año pasado, se demostró que el Gobierno de México se había deshecho de 5.041.050 dosis de vacunas anti-covid, de ellas 3.409.440 fueron de la vacuna británica AstraZeneca y 1.631.610 de la rusa Sputnik, que estaban en un almacén de la empresa Birmex y otra parte en el Instituto Nacional de Virología.
México ha adquirido vacunas anti-covid de marcas de varios países, como Pfizer, Cansino, Covax, Sputnik-V, AstraZeneca, Janssen, Moderna y Abdala. Según cifras oficiales, de 129 millones de mexicanos, sólo ha sido inmunizado el 90% de la población del país.
A pesar de que la vacuna Abdala ha sido rechazada por la población al no contar con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Cofepris, encargada del control sanitario de medicamentos, autorizó el uso de las dosis Soberana 02 y Soberana PI, fabricadas en la Isla.
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