Las irregularidades en el equipamiento de los peloteros cubanos, motivadas, entre otras razones, por la carencia de implementos deportivos en la Isla, siguen lastrando el desarrollo del juego nacional. Este sábado, el habanero Yoasnier Emilio Pérez fue expulsado del partido entre su equipo, Industriales, y los Gallos de Sancti Spíritus por el uso de un bate “ilegal” durante la Liga Élite.
Las autoridades deportivas, que emitieron un comunicado denunciando el hecho, lo atribuyeron a la indisciplina personal de Pérez, pero no aclararon en ningún momento si la decisión de usar un bate “inelegible” respondió a que el equipo no contaba con el equipamiento indispensable para un partido de ese nivel.
Según la Comisión Nacional de Béisbol, en medio del juego el equipo espirituano reportó la irregularidad, tras lo cual se determinó que el bate utilizado, además de no estar registrado como elegible, poseía una empuñadura de goma de mayor tamaño de lo que exigen las regulaciones, lo que influyó en el juego, pues con él se logró ganar una base y poner el marcador a favor del equipo capitalino.
El juego, que cerró tres a dos a favor de Industriales, se considera inválido, sentenció la Comisión, que también prohibió a Pérez jugar en el encuentro reprogramado con los espirituanos y el siguiente juego, ambos a celebrarse el próximo domingo
El juego, que cerró tres a dos a favor de Industriales, se considera inválido, sentenció la Comisión, que también prohibió a Pérez jugar en el encuentro reprogramado con los espirituanos y el siguiente juego, ambos a celebrarse el próximo domingo. La versión del equipo capitalino, o del jugador sancionado, sobre los hechos no se conoce.
“Indisciplinas” aparte, la situación del deporte en la Isla es penosa. El pasado domingo el periódico oficialista Escambray analizaba la repercusión en el desempeño de los peloteros de los juegos durante el horario diurno, una medida que se ha decretado para ahorrar energía eléctrica, y que expone a los atletas a largas horas de enfrentamientos bajo el sol. De los encuentros que se han logrado concertar de noche, se quejaba el equipo espirituano, muchos terminan con el juego suspendido por un apagón.
También la falta de bates, pelotas y uniformes ha sido causa de incomodidad entre los jugadores, que vieron la situación salirse de control el pasado mayo cuando, en un partido entre los Elefantes de Cienfuegos y los Gallos, los primeros se quedaron sin bates a pocos minutos de comenzar el juego. Según un artículo publicado entonces en la prensa oficial, los cienfuegueros habían advertido previamente de la falta de equipamiento, pero no hubo respuesta por parte de las autoridades.
Por el contrario, tras el “increíble incidente”, los funcionarios señalaron como responsable a TeamMate, una empresa italiana de producción de indumentaria deportiva que ha sido noticia en Cuba por entregar pelotas defectuosas, retrasarse en las entregas y tener vínculos con Antonio Castro Soto Del Valle, hijo de Fidel Castro. Por una pelota se paga a TeamMate casi el doble de lo que cuestan las bolas oficiales de las Grandes Ligas de Estados Unidos, según cifras de la Federación Cubana de Béisbol, un precio del que el oficialismo culpa al embargo.
La falta de bates, pelotas y uniformes ha sido causa de incomodidad entre los jugadores, que vieron la situación salirse de control el pasado mayo cuando, en un partido entre los Elefantes de Cienfuegos y los Gallos
En otros deportes de menor relevancia en la Isla, y a los que se dedica menor presupuesto, la crisis es incluso peor. Este sábado, Invasor daba cuentas de las dificultades que sufren los estudiantes de baloncesto en Ciego de Ávila y cómo el descuido con el deporte –que “no es tan costoso como otros”– afecta el futuro del juego en el país.
Las “rabias” con las que lidian entrenadores y atletas, dice el medio, empiezan por no tener, al menos, un balón por jugador para optimizar el tiempo de entrenamiento. Según Yunier Valdivia, directivo de la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) de la provincia, el curso pasado el centro recibió treinta balones, pero eran de mala calidad.
La falta de calzado y tobilleras es otra de las necesidades urgentes de la escuela. Antes el calzado lo garantizaba el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), explica Valdivia. Ahora, confiesa, “es posible encontrarlo (…) exclusivamente en el mercado informal y no por un precio menor a 60 dólares estadounidenses”. Las tobilleras también han pasado a ser responsabilidad de los estudiantes que, cuando las encuentran, prefieren reservarlas para las competiciones a riesgo de sufrir lesiones durante los entrenamientos.
Los atletas de la Eide, sin embargo, arrastran desde hace décadas un problema mayor: la cancha de madera ( tabloncillo) de la escuela tiene “hoyos como los que se pudieran formar si se continuara saltando encima”, lamenta la directora de la institución, Analiesses González.
Las “rabias” con las que lidian entrenadores y atletas, dice el medio, empiezan por no tener, al menos, un balón por jugador para optimizar el tiempo de entrenamiento
Por el momento, refiere Gonzalez, los estudiantes entrenan en la Sala Polivalente Giraldo Córdova Cardín, “la única con las condiciones mínimas en toda la provincia”, o en las canchas de concreto que aumentan el riesgo de lesiones por la falta de flexibilidad del suelo.
“No solo el tabloncillo, la situación completa de la institución es muy compleja”, reconoció la funcionaria, quien subrayó que con los 70 millones de pesos dedicados al presupuesto de este año ni siquiera pudo solucionar el crítico problema de las becas. El cierre de uno de los bloques de dormitorios por la condición precaria de los baños obliga a más de 300 estudiantes a vivir hacinados en otro edificio con el resto de los atletas e impide que la escuela aumente su plantilla.
La reparación de la cancha, junto a la del gimnasio, se han incluido en el plan de inversiones para 2024, pero es difícil asegurar que se lleven a cabo, dijo la directiva. Hasta que el Estado y el Inder decidan reinvertir en el deporte las ganancias de torneos y competiciones nacionales, los jugadores de baloncesto de la Eide avileña, como del resto de los deportes, seguirán en las peores condiciones u optarán por abandonar el país.
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