La cubana Cristina Ramírez Milián fue asesinada por su ex pareja este miércoles en su casa de Birán, localidad rural de la provincia de Holguín donde nació Fidel Castro. La muerte, denunciada en el diario CubaNet por el hijo de la víctima, Miguel Hidalgo Ramírez, es el feminicidio número 66 este año en Cuba, según el registro realizado por 14ymedio a partir de fuentes independientes.
Hidalgo señaló que su madre estaba “amenazada y acosada” por el agresor, de quien no ofreció la identidad, aunque el periódico aseguró que se trata de un “informante” o “auxiliar” del Ministerio del Interior. Ramírez, expuso su hijo, “nunca salía sola por miedo”. Como es habitual, ni las autoridades ni la Policía han dado su versión oficial de la muerte de la mujer.
Por el momento, tampoco las plataformas Yo Sí Te Creo Cuba y Alas Tensas –que llevan la cuenta de las muertes por violencia machista en la Isla– han incluido a Ramírez en su lista, que a inicios de semana contabilizaba 65 feminicidios, el doble de los registrados en 2022.
Este lunes, ambos observatorios denunciaron el asesinato de Lisandra Pérez Marcial, de 35 años, que murió el 15 de octubre a manos de su pareja en su casa, en Caibarién, Villa Clara. Además, confirmaron la muerte de Bárbara Rodríguez Guerra, de 41 años, que también fue agredida por su pareja en Manzanillo, provincia de Granma. Rodríguez, de profesión maestra, fue asesinada el 20 de septiembre y le sobreviven dos hijas menores de edad. Por su parte, el hijo de Pérez Marcial fue testigo de la agresión y muerte de su madre.
Los observatorios recalcaron que estos sucesos “enlutan a las familias y elevan las alertas por violencia de género en el país”
Los observatorios recalcaron que estos sucesos “enlutan a las familias y elevan las alertas por violencia de género en el país”. Afirmaron que sus demandas “son claras aunque desoídas por las autoridades” y apelaron a la ciudadanía “para la prevención de algo irreparable como la pérdida innecesaria de vidas”.
Ambas organizaciones informaron de que están trabajando en cuatro alertas de posibles crímenes machistas en Santiago de Cuba, en las localidades occidentales de Guanabo y Bauta, y en Guáimaro, municipio de la provincia de Camagüey.
La labor de estos colectivos feministas y su difusión en los medios independientes han contribuido a poner el foco en los casos de asesinatos machistas y desapariciones de cubanas en los últimos años. Las activistas insisten en que se declare un “estado de emergencia por violencia de género”, y lamentan que el Gobierno no haya tomado medidas al respecto.
Además, abogan por una ley integral contra la violencia de género (el asesinato machista no está tipificado en el Código Penal) y la implementación de protocolos para prevenir estos hechos, así como por la creación de refugios y sistemas de rescate para las mujeres y sus hijos en peligro.
La oficialista Federación de Mujeres Cubanas presentó a principios de junio el Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género, que incluye estadísticas de “mujeres que han sido víctimas de homicidio intencional como consecuencia de la violencia de género en los últimos 12 meses”. Sin embargo, no registra todos los casos señalados por las organizaciones independientes. Por su parte, el Tribunal Supremo Popular (TSP) informó a mediados de mayo que en 2022 hubo 18 condenas por feminicidios, todas con sanciones –por el delito de asesinato– por encima de los 25 años de cárcel.
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