Ciudad de México, México.- Los domingos en la noche, antes de que comenzara el policíaco, un peculiar programa español captó la atención de la audiencia cubana. Corrían los primeros años del 2000 cuando “Ala Dina” llegó a las pantallas nacionales.
¿Qué tenía de especial? ¡Todo! Imaginen que una genio tras 500 años encerrada en una lámpara llegue a tu casa y colme tu vida de magia.
La serie narra las peripecias de Dina (la gran Paz Padilla en la primera temporada que luego fue sustituida por Miriam Díaz Aroca en las siguientes). Este ser mágico es liberada accidentalmente por la familia de Tomás (Gary Piquer), un viudo con dos hijos, Eva (Lidia San José) y el más pequeño Álvaro (José Gonzálvez).
Con ellos convive como empleada doméstica inicialmente, aunque termina siendo otro miembro de la familia. A diferencia de los genios que conocemos, Dina tiene dificultades para usar sus poderes y todos los hechizos le salen al revés. La culpa es de su abuelo Rashid, un genio muy mayor que le enseñó todo mal a su nieta.
Aunque Tomás conoce los poderes de Dina le prohíbe usarlos para que su familia siga viviendo en la normalidad. Solo que ella, siempre con buenas intenciones, ignora los deseos de Tomás y esparce su disparatada magia por doquier.
Esta serie, emitida por Televisión Española, está basada en una idea original de Paco Arango, no solo fue popular en Cuba. De hecho fue el programa más visto en España el día de su estreno. La serie se mantuvo entre las preferidas de la audiencia hasta que dejó de emitirse el 25 de diciembre de 2002.
Si viste la serie recordarás que en la segunda temporada cambian la actriz que interpretó a la genio. Los guionistas lo justificaron sosteniendo que el amor que Dina siente por Tomás provocó que su cuerpo se transformara. Un día amanece invisible y cuando vuelve a aparecer está encerrada en otro cuerpo. De este modo, sale Paz Padilla y es reemplazada Miriam Díaz Aroca.
Aladina fue una historia no solo de magia y seres sobrenaturales que llegaban a la modernidad. Este espacio mostraba los conflictos de la adolescencia, la pérdida de seres queridos, el duelo y la complejidad de las relaciones intrafamiliares.
Han pasado unos 20 años desde que disfrutamos de este espacio que reunía frente a la pantalla a diferentes generaciones y que juntas reían con las situaciones que enfrentaba la genio.
