AREQUIPA, Perú – Buena parte de la población espirituana en la Isla subsiste por estos días sin suministro de agua, luego que el pasado jueves ocurriera una rotura en la tubería conductora que abastece al municipio Cabaiguán y a la cabecera provincial.
Un reporte del diario oficial Escambray señala que la avería ocurrió en el conducto que soporta la carga de la presa Manaquita, por lo que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Sancti Spíritus comenzó a laborar desde horas tempranas de este martes para solucionar la problemática.
Roberto Nápoles Darias, director de dicha entidad, explicó que se trabajaba en la Estación de Bombeo de Tuinucú, la cual suministra el líquido a la Planta Potabilizadora de Macaguabo.
El directivo indicó entonces que para ejecutar las labores hubo que cerrar las compuertas de la presa y así impedir que entrara el agua a la estación de bombeo, teniendo en cuenta que la sustitución de la tubería implica un trabajo de soldadura.
La Planta Potabilizadora Yayabo, sostuvo Nápoles Darias, le brinda el agua al 38% de la población espirituana; mientras que la de Macaguabo le ofrece el líquido al 62% restante.
“Todavía no tenemos definido a qué hora pueda terminar el trabajo, pues se está soldando la tubería y es una soldadura de largas horas. Ambas brigadas están trabajando a tiempo completo, y la idea es trabajar en secuencia para poder terminar las labores. No obstante, se prevé terminar cerca de las 9:30 o diez de la noche de hoy martes”, aseguró el dirigente.
No obstante, si bien las autoridades de la provincia declararon inicialmente que el abasto se estabilizaría en dos días, Sancti Spíritus sigue sin el servicio.
“Estuvimos un par de días sin agua y de pronto vino y todos asumimos que habían reparado la conductora. No obstante, el agua no llegaba con fuerza y mucha gente no pudo acumular agua, como es mi caso, y cuando se volvió a ir nos quedamos sin reservas”, comentó Noelia, una espirituana de 37 años quién contactó el portal 14ymedio.
De acuerdo con la joven, a medida que pasan los días la situación se ha vuelto más desesperante y las reservas han comenzado a agotarse.
“En mi casa estamos apretados, el tanque solo se llenó hasta la mitad cuando vino el agua por última vez y ahora tengo a mis hijos aguantados diciéndoles que ahorren, que no hay agua (…) Otra amiga mía se ha estado bañando estos días en su trabajo porque en su casa lo que queda es para cocinar y tomar”, agregó.
La paciencia de los vecinos se agota, asegura Noelia ante el retraso en la reparación y la subsecuente escasez.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.
