AREQUIPA, Perú – El Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado anunció este fin de semana el fortalecimiento de las medidas contra el petróleo y el gas ruso, lo que pudiera desembocar en un escenario de oportunidad para el régimen castrista.
Este 10 de enero, The New York Times reportó que Washington emitió nuevas sanciones dirigidas al sector energético de Rusia y su “flota en la sombra” de petroleros en lo que podría ser un último intento de la administración Biden de paralizar la capacidad económica de Moscú.
Al respecto, la Casa Blanca apuntó a los ingresos del petróleo y el gas de Rusia, al penalizar a dos compañías petroleras productores —Gazprom Neft, una filial del gigante energético estatal ruso Gazprom, y Surgutneftegaz—, unos 180 buques tanqueros, docenas de comerciantes, firmas de seguros y altos funcionarios de la energía.
Además, el organismo emitió una resolución que permite a las autoridades estadounidenses imponer sanciones contra “cualquier persona que se determine que opera o ha operado en el sector energético” de Rusia.
Las medidas fueron adoptadas en cooperación con el Reino Unido, precisó el gobierno estadounidense. Londres también sancionó a las dos empresas, “que producen más de un millón de barriles de petróleo por día, es decir unos 23.000 millones de dólares anuales al precio actual” del barril.
Las sanciones que serán efectivas a partir del próximo 27 de febrero pudieran resultar beneficiosas para el régimen en Cuba, en la medida que el Kremlin podría encontrar en su aliado de La Habana una alternativa para sus embarques de crudo y una manera de evadir las sanciones.
La posible estrategia de salida para Rusia ya fue aplicada en el pasado por el régimen de Nicolás Maduro cuando Washington castigó las exportaciones de combustible de Venezuela en represalia a las violaciones del chavismo.
La semana pasada trascendió un contrato entre el régimen cubano y Rusia sobre el otorgamiento a la Isla de un crédito por 60 millones de dólares para la compra de combustibles, según informó el embajador cubano, Julio Antonio Garmendía.
Según dijo el diplomático a la agencia de noticias Sputnik, citado por Prensa Latina, ya el convenio correspondiente ha sido firmado y en los próximos días se suscribirá el contrato que permitirá su ejecución.
Garmendía señaló que, además del crédito, la ayuda rusa al régimen castrista incluye un donativo de dos millones de dólares para la adquisición de piezas necesarias para la recuperación del sistema electroenergético cubano.