AREQUIPA, Perú.- El teatro Shanghái, otrora ubicado en la calle Zanja número 205, donde actualmente hay un parque dedicado a Confucio, en La Habana, fue un coliseo conocido por presentar espectáculos frívolos y picarescos con un enfoque en la tradición cubana del bufo.
Su publicidad anunciaba un espectáculo “Todo como en París”, aunque su contenido estaba lejos de la realidad parisina. La programación del Shanghái incluía desnudos artísticos y bailables nudistas, pero en su mayoría, se presentaban cinco o seis coristas sin ropa o ligeramente cubiertas por una gasa. El desnudo en el Shanghái se limitó a lo femenino, sin llegar a la escenificación explícita del acto sexual.
Entre los años 30 y los 60 del siglo XX, la del Shanghái pasó a ser la sala de espectáculos más visitada por los habaneros y por los turistas internacionales. Su fama se hizo proverbial. Por un peso y centavos, era posible disfrutar de uno de aquellos delirantes espectáculos y luego, además, quedarse hasta la alta madrugada en el local mirando varias películas calificadas entonces como pornográficas.
Aunque se menciona la presencia ocasional de números homosexuales en el teatro, estos no eran regulares y se reservaban para eventos más privados, como en un prostíbulo del barrio Pajarito.
El Shanghái no abordaba temas políticos, centrándose exclusivamente en contenidos de carácter sexual. Aunque no se consideraban obras excepcionales, su programación cambiaba frecuentemente con nuevos estrenos.
Las funciones se realizaban de lunes a sábado a las 8:30 y 11:30 de la noche, con presentaciones a las tres de la tarde los domingos y funciones especiales y ocasionales a medianoche. El público, como en el Alhambra, estaba conformado por hombres.
Obras como Amores en Varadero, La mujer artificial, Mi marido, el otro y yo y Macho o hembra, se sucedían sin mencionar los nombres de los autores en los anuncios.
Destacaba en su repertorio la parodia del Don Juan Tenorio de Zorrilla, presentada infaltablemente cada 2 de noviembre en el Día de los Fieles Difuntos. La orquesta incluía piano, batería, trompeta, violines y otros instrumentos.
Entre los actores destacados que pasaron por sus escenarios estuvieron el Chino Wong y Armando Bringuier, conocido como el “Viejito Bringuier”, quienes también tuvieron éxito en la radio, la televisión y otros teatros.
Del Shanghái se conservan pocas fotografías. A pesar de su enfoque provocador, la historia del Shanghái se ha perdido en gran medida, y a diferencia de otros lugares famosos de la vida nocturna habanera, como el Tropicana o el Floridita, no ha recibido la misma atención en las crónicas y relatos históricos.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.
