LA HABANA, Cuba. – Como se ha informado, este 6 de enero comenzó la campaña de declaración jurada y pago de tributos 2025, sobre la base de lo ingresado en el año fiscal 2024. Al respecto la directora de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), Mary Blanca Ortega, tratando de suavizar el impacto que semejante proceso produce sobre los contribuyentes, enumeró algunos de los beneficios que, según su institución, tendrán las personas naturales y jurídicas que deberán pagar los impuestos este año.
Entre ellos se encuentran el 5% de bonificación si el impuesto se paga antes del 28 de febrero, así como un nuevo formato de la escala progresiva para el cálculo del impuesto a pagar, que de acuerdo con la funcionaria será más “benévola” para el contribuyente que las aplicadas en campañas anteriores.
Sin embargo, Ortega nada dijo de varias novedades que se pondrán en práctica en esta campaña, y que, sin dudas, aumentan la presión de las autoridades sobre los contribuyentes. Novedades que fueron expuestas por el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, durante la más reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Por ejemplo, se elimina el 10% de bonificación por el pronto pago de la tasa por la radicación de anuncios y propaganda comercial; se incrementará el impuesto sobre las tierras ociosas ―medida dirigida, entre otros, contra los arrendatarios que por distintas razones no hayan podido poner a funcionar sus tierras―; se reduce del 20 al 5% la bonificación por pronto pago del impuesto sobre el transporte terrestre (pago de la chapa); se aumentan las cuantías de la tasa por peaje; y se restablecerá el 5% sobre el total de los ingresos obtenidos anualmente por la venta de producciones agropecuarias como aporte mínimo del impuesto sobre utilidades que aportan las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC).
El propio Regueiro Ale había confirmado en el Parlamento que en este 2025 el Gobierno iba a trabajar por aumentar los ingresos presupuestarios, y en ese sentido el cobro de impuestos jugaría un papel fundamental. Según el ministro, “para ello es indispensable mejorar la recaudación de ingresos mediante la evaluación sistemática del cumplimiento de los aportes, la recaudación oportuna y la fiscalización del pago de impuestos”.
Hay que recordar que estas novedades en la política tributaria para 2025 se unen a otras disposiciones que han sido anunciadas anteriormente, y que redundarán en una mayor presión sobre los contribuyentes, con el fin de que paguen más impuestos, en especial los actores económicos no estatales.
Nos referimos a la eliminación de la exención del pago de impuestos que disfrutaban las mipymes y los trabajadores por cuenta propia durante los primeros tres meses de trabajo. También al hecho de que en lo adelante serán fiscalizadas todas las declaraciones juradas que se presenten, y no solo las que se consideren por las autoridades como provenientes de los negocios más lucrativos.
Particular mención para las cuentas bancarias fiscales, en las que los trabajadores por cuenta propia deben depositar los ingresos provenientes de su labor. Durante las sesiones de las Comisiones Permanentes del Parlamento se dijo que no poseer esas cuentas o no usarlas debidamente constituían graves violaciones de la política tributaria, que podrían conllevar sanciones que llegarían hasta el cierre de los negocios.
Esto último es otra muestra del afán de las autoridades por controlar, con la ayuda de las instituciones bancarias, hasta el más mínimo detalle del trabajo y los ingresos que perciban los cuentapropistas por su trabajo, y en consecuencia poderles exigir un mayor pago de impuestos.