A pesar de las numerosas denuncias, México continúa extorsionando a los migrantes. En esta ocasión la víctima fue la cubana Mayelín Díaz Vargas. Según denunció con este diario el abogado José Luis Pérez Jiménez, la mujer fue “coaccionada” por Jorge Rosalino Valencia, jefe de servicios operativos de la estación migratoria de Las Agujas, en la Ciudad de México, para “ya no hablar más” de los 2.500 dólares que le exigían para no deportarla.
“Rosalino Valencia le prometió un documento a cambió de no ratificar la acusación y no seguir con los amparos”, cuenta el letrado a 14ymedio. “Los agentes la liberaron el pasado sábado. La sacaron de las instalaciones y le dijeron que se las arreglara y si la volvían a detener, ahora sí la deportaban”.
Díaz Vargas se encuentra en la Ciudad de México. No quiere salir a la calle ni hablar con desconocidos. Tiene miedo a ser detenida. El lunes por la noche se enteró por un noticiero en la televisión que 246 migrantes fueron arrestados en lo que Migración manejó como una “operación limpieza”.
En un principio, a los detenidos les ofrecieron realizar sus trámites migratorios. “Con engaños los trasladó a los estados de Tabasco y Chiapas, los mismos sitios en que Migración les negó un salvoconducto para transitar hacia la frontera con Estados Unidos”, dice el abogado. Estos centroamericanos, venezolanos y haitianos, entre los que hay 54 niños, “no han recibido ningún documento”.
“Rosalino Valencia le prometió un documento a cambió de no ratificar la acusación y no seguir con los amparos”
En las últimas semanas México ha endurecido las medidas para detener el flujo migratorio. Entre el 9 y 14 de noviembre, Migración registró, como suele llamarlo, el “rescate” (detenciones) de 600 migrantes, entre ellos 32 cubanos, que trataban de llegar a EE UU en ómnibus. El presidente del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Migración, Mauro Pérez, lamentó las “medidas de contención” contra los extranjeros irregulares y el desalojo de las 246 personas en la Central de Autobuses de la Ciudad de México.
En las inmediaciones de la terminal de ómnibus se pueden observar el patrullaje de las camionetas de Migración y al interior del lugar hay recorridos constantes de los agentes, lo que ha impedido a Mayelín Díaz poder comprar un boleto con dirección a Tijuana. “Desconfía de las autoridades del aeropuerto capitalino, que la detuvieron y entregaron a los agentes para encerrarla”, dice el letrado.
Por otra parte, luego de varios días de presión, una familia del grupo de cubanos accidentados en Pijijiapan, donde murieron 10 mujeres de la Isla, logró viajar de Tapachula a Tuxtla Gutiérrez. El pasado lunes abordaron un vuelo con destino a Guadalajara desde donde piensan seguir su travesía a Estados Unidos.
Lismaidy Portal Benacho, que es médico, se ha encargado en este tiempo de curar las lesiones de sus hijos Adam Jesús y Andrea, que sufrieron quemaduras en el siniestro, luego de que en Tapachula les negaron atención médica y una visa humanitaria. Mientras, su esposo, Leynier Valle Machado, ya se recuperó de los golpes.
En ninguno de los hospitales de Tapachula quisieron atender a los niños, recuerda el abogado. Los médicos le cerraron las puertas pese a que Portal Benacho les pedía poder atenderlos ella misma. “Migración también presionó a estas personas y las amenazó con detenerlas y separar a la madre de sus hijos”, cuenta Pérez Jiménez.
Este martes, fueron detenidos por militares otros 162 migrantes, entre ellos siete cubanos, en el estado de Veracruz. El grupo viajaba en un ómnibus que fue interceptado en la carretera Costera del Golfo Coatzacoalcos-Villahermosa, a la altura del poblado de Nuevo Teapa.
El grupo de cubanos fue encerrado en la estación migratoria de Acayucan. Las autoridades se niegan a dar informes a este diario sobre las causas de la detención.
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