El reciente arresto en Miami de Víctor Manuel Rocha, exdiplomático estadounidense acusado de espiar para la dictadura cubana, ha provocado preocupación en la comunidad del exilio cubano, siendo catalogado como el caso más significativo desde el notorio incidente protagonizado por Ana Belén Montes.
“Es vergonzoso que en el país más poderoso del mundo, un agente de la inteligencia del castrismo haya podido operar cuatro décadas”, expresó Jorge Luis García Pérez, conocido como ‘Antúnez’, exprisionero político, en una entrevista con EFE.
Rocha, de 73 años y origen colombiano, enfrenta cargos criminales por actuar como agente encubierto del Gobierno cubano durante aproximadamente cuarenta años. Este caso ha captado la atención debido a la importancia y posición destacada que ocupó Rocha en el ámbito diplomático y empresarial.
“Este es el caso más grande desde Ana Belén Montes. No hablamos de un hombre anónimo. Es un intelectual, hombre de negocios y esposo que fue diplomático a muy alto nivel”, señaló Orlando Gutiérrez Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana.
Para Gutiérrez, el hecho de que la Fiscalía haya presentado cargos de espionaje sugiere que se trata de “un caso enorme”, calificando la infiltración como “una de las de mayor alcance y más duraderas del Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”, según el fiscal general de EE. UU., Merrick Garland.
Un Problema de Alcance Internacional
Ante este suceso, ‘Antúnez’ no dudó en resaltar la “ingenuidad” y “debilidad” del sistema democrático estadounidense y alertó sobre la presencia de “agentes encubiertos” con el objetivo de perjudicar al país.
“Los cubanos del destierro hemos venido diciendo desde el principio que el régimen de Cuba nos tiene infiltrados, no solamente a nosotros, sino también a Estados Unidos”, afirmó Ramón Saúl Sánchez, dirigente del Movimiento Democracia.
Según Sánchez, el caso de Rocha es aún más relevante que el de Montes debido a la cantidad de años que operó como espía encubierto en diversos puestos diplomáticos en Latinoamérica.
Consecuencias y Lecciones
Las redes que Rocha probablemente construyó durante su carrera diplomática podrían todavía estar activas, según Sánchez, y la acusación podría conducir a la delación de otros espías, replicando el patrón observado en el caso de Montes.
Este arresto, según Gutiérrez, pone de manifiesto una vez más la amenaza continua que representa el régimen comunista cubano para la seguridad nacional estadounidense.
“Eso nos indica que los recursos de la dictadura cubana siguen activos”, concluyó Sánchez, subrayando la persistencia del régimen en gastar millones de dólares para mantener una red de espías y debilitar la imagen de Estados Unidos.
El caso de Víctor Manuel Rocha plantea interrogantes sobre la profundidad de la infiltración cubana en instituciones estadounidenses y destaca la necesidad de una vigilancia constante para proteger la seguridad y la integridad del país.
El reciente arresto en Miami de Víctor Manuel Rocha, exdiplomático estadounidense acusado de espiar para el Gobierno cubano, ha enviado ondas de sorpresa y preocupación a la comunidad del exilio cubano, siendo catalogado como el caso más significativo desde el notorio incidente protagonizado por Ana Belén Montes.
“Es vergonzoso que en el país más poderoso del mundo, un agente de la inteligencia del castrismo haya podido operar cuatro décadas”, expresó Jorge Luis García Pérez, conocido como ‘Antúnez’, exprisionero político, en una entrevista con EFE.
Rocha, de 73 años y origen colombiano, enfrenta cargos criminales por actuar como agente encubierto del Gobierno cubano durante aproximadamente cuarenta años. Este caso ha captado la atención debido a la importancia y posición destacada que ocupó Rocha en el ámbito diplomático y empresarial.
“Este es el caso más grande desde Ana Belén Montes. No hablamos de un hombre anónimo. Es un intelectual, hombre de negocios y esposo que fue diplomático a muy alto nivel”, señaló Orlando Gutiérrez Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana.
Para Gutiérrez, el hecho de que la Fiscalía haya presentado cargos de espionaje sugiere que se trata de “un caso enorme”, calificando la infiltración como “una de las de mayor alcance y más duraderas del Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”, según el fiscal general de EE. UU., Merrick Garland.
Un Problema de Alcance Internacional
Ante este suceso, ‘Antúnez’ no dudó en resaltar la “ingenuidad” y “debilidad” del sistema democrático estadounidense y alertó sobre la presencia de “agentes encubiertos” con el objetivo de perjudicar al país.
“Los cubanos del destierro hemos venido diciendo desde el principio que el régimen de Cuba nos tiene infiltrados, no solamente a nosotros, sino también a Estados Unidos”, afirmó Ramón Saúl Sánchez, dirigente del Movimiento Democracia.
Según Sánchez, el caso de Rocha es aún más relevante que el de Montes debido a la cantidad de años que operó como espía encubierto en diversos puestos diplomáticos en Latinoamérica.
Consecuencias y Lecciones
Las redes que Rocha probablemente construyó durante su carrera diplomática podrían todavía estar activas, según Sánchez, y la acusación podría conducir a la delación de otros espías, replicando el patrón observado en el caso de Montes.
Este arresto, según Gutiérrez, pone de manifiesto una vez más la amenaza continua que representa el régimen comunista cubano para la seguridad nacional estadounidense.
“Eso nos indica que los recursos de la dictadura cubana siguen activos”, concluyó Sánchez, subrayando la persistencia del régimen en gastar millones de dólares para mantener una red de espías y debilitar la imagen de Estados Unidos.
El caso de Víctor Manuel Rocha plantea interrogantes sobre la profundidad de la infiltración cubana en instituciones estadounidenses y destaca la necesidad de una vigilancia constante para proteger la seguridad y la integridad del país.
