El primer ministro del régimen castrista Manuel Marrero Cruz anunció que se encuentran en un proceso de revisión y actualización del marco legal que rige el funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en la isla.
El jefe de gobierno destacó, durante la clausura del III Simposio Nacional de Asesoramiento Jurídico y Derecho Empresarial celebrado en La Habana, que estos cambios están en correspondencia con lo establecido en las normas vigentes
Entre los temas que se están revisando se encuentran los plazos y niveles de aprobación de las Mipymes, la lista de actividades prohibidas y la creación de dos instituciones, una para la atención de actores económicos no estatales y otra para empresas estatales, precisó el oficialista Cubadebate.
Enfatizó que no habrá marcha atrás en la decisión de incrementar los actores económicos en el país, pero admitió que en el proceso de actualización normativa siempre surgirán “distorsiones que arreglar y conducir”.
Asimismo, Marrero Cruz ratificó que el sector estatal seguirá siendo la columna vertebral de la economía en la isla, en línea con lo establecido en la Constitución de la dictadura.
Las Mipymes han estado en la diana de varias polémicas y debates por la vinculación de muchas a esbirros y allegados a la cúpula del poder cubano.
En septiembre un grupo de alrededor de 70 empresarios cubanos vinculados a las micro, pequeñas y medianas empresas asistieron a un encuentro con empresarios y políticos cubanoamericanos en Miami.
Según reportó el diario El Nuevo Herald, el viaje fue organizado con la colaboración de miembros del lobby que busca eliminar el embargo contra Cuba en Washington, entre ellos el excongresista Joe García.
García defendió que el propósito del encuentro es demostrar que estas empresas son reales y no una fachada del régimen cubano, como alegan sus críticos. Sin embargo, el excongresista admitió que el régimen puede acabar con ellas si lo desea, pues no cuentan con un marco legal independiente.
También ha sido noticia que EE.UU. busca una flexibilización de las restricciones vigentes contra la isla, con el objetivo de permitir un mayor apoyo financiero a las micro, pequeñas y medianas empresas cubanas.
Según un reporte de Bloomberg, estos cambios en las regulaciones estadounidenses podrían ser anunciados proximamente y buscarían que los supuestos emprendedores cubanos puedan acceder al sistema bancario de Estados Unidos, así como recibir inversiones y capital desde ese país.
Sin embargo, expertos advierten que el régimen castrista podría aprovechar estas facilidades para encubrir falsos negocios privados que en realidad siguen controlados por el Estado y las Fuerzas Armadas.
Juan Antonio Blanco, del laboratorio de ideas Cuba Siglo XXI, aclaró que en la isla no existe un verdadero sector privado independiente, sino negocios autorizados a operar bajo estrictas regulaciones gubernamentales, sin libertad de mercado ni empresa.
Blanco advirtió que no hay una sola mipyme conectada con la oposición, sino con familias cercanas al régimen. Por ello, las medidas de Estados Unidos solo beneficiarían a sectores afines al poder cubano.
Pese a estas advertencias, el Departamento de Estado defendió en junio que la mayoría de las mipymes cubanas son independientes. No obstante, EE.UU. buscaría maximizar los beneficios al pueblo cubano y minimizar los del régimen con cualquier ayuda.