Luego del azote del huracán Idalia a finales de agosto, un campesino de Pinar del Río trabajaba para reforzar el techo de su precaria vivienda hecha de tablas, zinc y piso de tierra. El hombre no había recibido de las autoridades los materiales prometidos para reparar los daños tras esta nueva tormenta.
“No le han dado materiales, ni tablas para las paredes, ni techo, ni cemento para el piso”, describió el reportero independiente Roberto Blanco para ADN Cuba
Según datos oficiales, al mes de agosto solo se había logrado reparar el 39% de las más de 100 mil casas afectadas por Ian en 2022, en Pinar del Río. Y ahora, los daños causados por Idalia se suman a esas necesidades insatisfechas.
Solo en Sandino, el municipio más golpeado, resultaron afectadas 658 casas, de un total de 1018 reportadas inicialmente en toda la provincia tras el último meteoro.
Más de 10 mil personas tuvieron que ser evacuadas ante la llegada de Idalia, y unas 249 permanecen fuera de sus hogares, informaron las autoridades locales durante una visita del primer ministro cubano tras el paso del huracán.
La realidad captada en Pinar del Río evidencia las precarias condiciones en que viven muchos campesinos en Cuba, sin acceso a los recursos necesarios para reparar sus viviendas ante recurrentes eventos climáticos cada vez más intensos.