LA HABANA, Cuba. – El 26 de septiembre de 1957 fue estrenado en Nueva York el musical West Side Story, con libreto de Arthur Laurents y música de Leonard Bernstein. La obra, una adaptación libre del clásico Romeo y Julieta, de William Shakespeare, está ambientada en el Upper West Side neoyorkino de mediados de los años 50.
La rivalidad entre dos bandas juveniles: los Jets (chicos blancos) y los Sharks (de origen puertorriqueño), se complica cuando Tony, antiguo miembro de los primeros, se enamora de María, hermana del líder de los latinos.
La producción original contó con la dirección y coreografía de Jerome Robbins, fue nominada a seis premios Tony, de los cuales ganó los correspondientes a “Mejor fotografía” y “Mejor diseño de escenografía”. Su debut fue exitoso, con Larry Kert en el rol de Tony, y Carol Lawrence como María. Las excelentes críticas y gran afluencia de público dieron luz verde a una gira por Estados Unidos, que no hizo sino acrecentar su fama hasta convertirla en la obra de culto que ha llegado hasta nuestros días.
También los teatros europeos acogieron el musical, con largas temporadas que fueron aprovechadas por el público más diverso. Una vez conquistados los principales escenarios del viejo continente, la historia de amor triunfó en Asia y América Latina. Se sucedieron cambios en el elenco que tributaron a la multiculturalidad planteada en la obra desde su concepción.
West Side Story revolucionó el teatro musical estadounidense al desprenderse de temas idílicos para aterrizar en conflictos sociales y raciales que golpeaban fuerte a la sociedad. Sus protagonistas son íconos, y varias de sus canciones han devenido en clásicos.
También ha sido llevada al cine en dos oportunidades: la primera en 1961, a cargo de Robert Wise y del propio Jerome Robbins; la segunda en 2021 bajo la dirección de Steven Spielberg, con un elenco liderado por Ansel Elgort, Rachel Zegler, Ariana DeBose, David Álvarez y Mike Faist.
