AREQUIPA, Perú – Un patriota cubano con herencia europea e ideas de libertad: Juan Bautista Spotorno. Fue un cubano de ascendencia italiana, nacido en Trinidad, Sancti Spíritus, el 13 de septiembre de 1832. Un nombre de importancia en la Cuba del siglo XIX.
Spotorno llegó a ser presidente de la República entre 1875-1876 y alcanzó el rango de coronel del Ejército Libertador. Además, fue miembro de la Cámara de Representantes de la Isla, destacándose por su honestidad y rectitud.
El espirituano pasó parte de su infancia en Europa, especialmente en Italia, donde se familiarizó con los ideales del Risorgimento italiano y dominó el del país. Vivió también en Estados Unidos durante algunos años, regresó a Trinidad y, a pesar de haber comenzado a estudiar medicina, finalmente se dedicó al comercio.
Desde sus primeros años, Juan Bautista Spotorno demostró un ferviente patriotismo y participó en la conspiración liderada por Isidoro de Armenteros. Huyendo de la persecución española, encontró refugio en Estados Unidos antes de regresar rápidamente para preparar una nueva conspiración y unirse nuevamente a la lucha armada contra el colonialismo español.
Gracias a sus habilidades y conocimientos, Spotorno ascendió rápidamente en la carrera militar, alcanzando el rango de coronel del Ejército Libertador el 18 de septiembre de 1868.
Entonces se unió al campo insurrecto durante la Guerra de los Diez Años, resistiendo en solitario en Las Villas antes de unirse al mayor general Ignacio Agramonte en Camagüey. Allí participó en importantes combates, incluyendo los de Sebastapol y la Horqueta, y posteriormente dirigió la “Brigada Sur”.
En la Cámara de Representantes, se destacó por su radicalismo franco y honesto. Más tarde, fue nombrado su líder y, en circunstancias excepcionales, asumió interinamente la presidencia de la República tras los eventos ocurridos en las Lagunas de Varona.
Durante su mandato, emitió medidas enérgicas, incluyendo el famoso decreto bolivariano que condenaba a muerte a todo emisario, español o cubano, que propusiera la paz en términos no aceptados por los rebeldes cubanos.
Tras entregar la presidencia a Tomás Estrada Palma y regresar como diputado, participó en las negociaciones del Pacto del Zanjón, experimentando así el amargo sabor de la derrota política.
Spotorno se unió al Partido Autonomista, del cual fue un leal y ferviente seguidor. En el transcurso de la Revolución del 95, liderada por José Martí, se mostró como un adversario moderado. Intentó convencer a Bartolomé Masó de regresar a la legalidad bajo el régimen español, pero sus esfuerzos fueron en vano.
A sus 85 años y después de la guerra, falleció el 29 de octubre de 1917, siendo respetado por todos.
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