MIAMI, Estados Unidos. – La proliferación de jejenes en destinos turísticos de Cuba, especialmente en zonas costeras, comenzó a generar las quejas de turistas, sobre todo rusos, uno de los grupos nacionales que más viaja a la Isla por esparcimiento.
El caso más difundido partió de un canal de Telegram en Rusia, donde la turista Liudmila, residente en Moscú, compartió fotografías de las ronchas provocadas por las picaduras y denunció su experiencia: “Los turistas no pueden descansar en Varadero debido a los jejenes locales”. Según su testimonio, “son más feroces que los mosquitos cubanos… Sus picaduras no se sienten, pero las ampollas posteriores no dan descanso”.
Pese a tomar antihistamínicos traídos desde su país, Liudmila no encontró alivio. El personal del hotel se limitó a recomendarle un ungüento local sin mayores precisiones, mientras el medio ruso SHOT ironizó con remedios como geles de aloe, aceite de árbol de té y hasta ron. Otros medios rusos, como Rata News, informaron que la Unión Rusa de Turismo solicitó aclaraciones a la consejera de Turismo de la Embajada cubana en Moscú, Cristina León. Esta minimizó el problema al asegurar que los jejenes “viven en países tropicales y no representan ningún peligro”, y apuntó que su presencia disminuye en los meses menos calurosos.
Las reacciones entre los operadores del sector son dispares. Lada Popelo, director de turismo del Club del Caribe ruso, afirmó que existe un programa estatal cubano para tratar el problema, y que el verdadero riesgo se presenta solo ante alergias graves. Sin embargo, advirtió que los repelentes usuales no protegen contra los jejenes y aconsejó usar “ropa cerrada para dar un paseo después de la puesta del sol”.
Por su parte, Alexan Mkrtchyan, director general de la red de agencias Pink Elephant, restó importancia al tema y subrayó que las quejas parten de un solo caso: “Ahora unos 8-10.000 rusos están descansando en Cuba… Está claro que solo tiene una reacción alérgica”.
No obstante, ninguno de estos medios aludió a que los jejenes pueden transmitir la fiebre de Oropouche, enfermedad fuera de control en la Isla, al igual que el dengue. Esta situación llevó al Gobierno de Canadá, principal mercado emisor de turistas hacia Cuba, a publicar alertas de viaje y recomendar extremar precauciones, utilizar repelentes, redes mosquiteras y ropa adecuada.
La crisis se ve agravada por el ya conocido deterioro de las condiciones de vida en Cuba. Desde hace años, el jején ―común en áreas costeras y manglares― se ha expandido por distintas regiones, fenómeno reportado en 2021 por el periódico oficial Escambray en provincias como Sancti Spíritus, donde los pobladores denunciaron que estos insectos “hacen casi imposible permanecer en lugares abiertos al caer la tarde”.
