MIAMI.- La administración de Donald Trump ha iniciado el traslado de migrantes a la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, ubicada al Oriente de Cuba, como parte de un plan para expandir la capacidad de detención de indocumentados en territorio estadounidense. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó el martes en Fox Business que los primeros vuelos ya estaban en marcha.
Este traslado se produce tras la orden del presidente Trump, la semana pasada, de construir un campo de detención en la base naval, con capacidad para albergar hasta 30.000 personas. Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el campo en Guantánamo servirá para el “tránsito temporal” de migrantes mientras se procesan sus documentos y se organizan sus traslados.
Según un reporte del Washington Post, un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indicó que entre nueve y diez individuos considerados “criminales peligrosos” habían sido enviados en un vuelo operado por el Departamento de Defensa hacia Guantánamo.
Trump ha insistido en que esta medida busca frenar la amenaza de “extranjeros ilegales criminales”. Sobre quiénes irían para Guantánamo, indicó: “algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan, no queremos que regresen, así que los vamos a enviar a Guantánamo”.
Además de la expansión en Guantánamo, la administración Trump ha ordenado al ICE incrementar los arrestos diarios, con un objetivo de 1.200 a 1.500 detenciones por día. Esta política ha generado desafíos diplomáticos, ya que algunos países, como Colmbia, se han negado a aceptar vuelos de deportación desde Estados Unidos.
En este contexto, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, había acordado encarcelar a criminales peligrosos bajo custodia estadounidense, incluyendo ciudadanos y residentes legales de EE.UU.
Rubio, de ascendencia cubana, ha sido una figura clave en la política exterior de la administración Trump, especialmente en temas relacionados con América Latina. Su postura ha sido particularmente dura respecto a los regímenes de Cuba y Venezuela, y ha defendido estrategias más agresivas en materia migratoria y de seguridad nacional.
El costo total de la detención de migrantes en Guantánamo aún no ha sido revelado por la administración, y persisten dudas sobre cuántas personas serán retenidas en la base y por cuánto tiempo. De momento han sido enviados marines para operar la instalación.
