LA HABANA, Cuba – La Seguridad del Estado cubano amenazó al preso político Luis Robles Elizástigui, debido a las denuncias públicas que hace su madre en redes sociales por su libertad.
Yindra Elizástigui Jardines, madre del preso, contó a CubaNet que un agente de la policía política se presentó en el campamento de trabajo correccional “La Lima”, en el municipio Guanabacoa, donde se encuentra recluido su hijo. El represor le advirtió al joven que si ella no se callaba la boca, tendría consecuencias sobre él.
“Tengo indignación con la actitud de este agente por estar molestando a una persona que está tratando de pasar el tiempo que le queda de este injusto encarcelamiento tranquilo, él va a allí a desestabilizarlo amenazándolo con su madre”, refirió Elizástigui Jardines.
“Tengo un mensaje para la Seguridad del Estado: a mí ninguno de mis hijos, porque así le dijeron a Luis, que él era quien insistía para que yo denunciara, ninguno me manda a denunciar, lo hago porque es el arma que tengo para luchar contra las injusticias que se han cometido contra ellos, principalmente con Luis, que ya bastante ha sufrido en cuatro años de injusto encarcelamiento”, agregó.
La madre del prisionero de conciencia aseguró que, a pesar de las amenazas, continuará denunciando sin miedo por la libertad de sus dos hijos: Luis Robles y Lester Fernández, quien se encuentra actualmente en la prisión de Valle Grande acusado de un supuesto delito de “atentado” a un policía.
“No me voy a callar y mientras tenga que denunciar lo haré. Si soy yo la que molesto por mis denuncias, yo estoy aquí, cambio mi libertad por la de mis hijos. Mientras Dios me permita hablar yo seguiré denunciando y luchando por la libertad de ellos”, afirmó.
Asimismo, la madre de Luis Robles, el joven que se manifestó con una pancarta en el boulevard de San Rafael el 4 de diciembre del 2021, responsabilizó a la Seguridad del Estado “de cualquier cosa que le vaya a suceder”, incluso, si le inventan un delito común para condenarlo más años.
A mediados de julio, Yindra fue amenazada también por un oficial de la policía política, quien le exigió que dejara de luchar por la libertad de Luis o este enfrentaría las consecuencias.
El joven guantanamero fue condenado a cinco años de prisión por los supuestos delitos de “propaganda enemiga” y “desobediencia”. A pesar de que le corresponde el beneficio de libertad condicional, este se le mantiene denegado.
