El periodista independiente Tan Estrada fue amenazado con la nueva Ley de Comunicación por dos agentes de la Seguridad del Estado, en un interrogatorio, el pasado 9 de octubre.
Según el testimonio de Estrada, los agentes identificados como “Cristian” y “Laura” lo interrogaron durante casi dos horas, período en el cual fue amenazado y presionado para que dejara el periodismo independiente.
De acuerdo con Estrada, los agentes lo acusaron de estar “camino a caer en los delitos de mercenarismo y propaganda contra el gobierno” bajo la nueva Ley de Comunicación Social.
Le mostraron un expediente que supuestamente contenía todas sus publicaciones y mencionaron tener declaraciones de testigos, aunque no se las enseñaron.
Los agentes cuestionaron la legitimidad de su trabajo periodístico, especialmente su colaboración con CubaNet Noticias, medio de prensa independiente.
Según relató Estrada, los agentes afirmaron que quienes trabajan para CubaNet “no son periodistas” y que el medio busca “degradar y desmoralizar los logros de la Revolución”.
Durante el interrogatorio, los agentes también hicieron referencia a otros activistas y periodistas, incluidos Laritza Diversent, de Cubalex, el profesor José Raúl Gallego y la activista conocida como Lara Crofs.
A pesar de las presiones, Estrada declaró públicamente su intención de continuar con su labor periodística.
El interrogatorio tuvo lugar en la Tercera Estación de Policía de Camagüey.
El reportero de CubaNet ha sido interrogado en múltiples ocasiones, ha sido multado por sus publicaciones en redes sociales y ha sufrido amenazas y acosos constantes por su labor periodística.
El 1 de mayo fue liberado tras un arresto el 26 de abril en La Habana, durante el cual fue recluido en Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado.
Su detención generó reacciones de solidaridad tanto nacional como internacionalmente. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, el Comité para la Protección de los Periodistas, Amnistía Internacional y Freedom House, entre otras, exigieron su liberación.
Esta citación se produce en un contexto de represión sobre la prensa independiente en Cuba.
Colaboradores de CubaNet, Periodismo de Barrio, El Toque y el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa han sido hostigados recientemente.
