La represión ha escalado en las últimas horas en la isla, antes de que comience el juicio contra la profesora Alina B. López Hernández en el Tribunal Municipal de Matanzas por el supuesto delito de desobediencia.
Algunos de sus amigos del occidente del país, como el investigador Dmitri Prieto y el activista social Raymar Aguado, se encuentran con vigilancia policial en las afueras de sus viviendas, impedidos de salir.
También este martes fue detenido el escritor Jorge Fernández Era, quien, al parecer, se dirigía al juicio, informó el periodista independiente Boris González Arenas.
Aguado fue citado el lunes para la estación policial de Centro Habana “con el propósito de ser entrevistado por estar incurriendo en un posible delito”, indica el documento que le entregaron en su vivienda.
Tras el interrogatorio, la policía lo trasladó a su casa. El activista denunció que la patrulla #494 le impedirá el libre movimiento por “tiempo prolongado”.
Lo anterior obedece, según le comunicaron las autoridades, a su posible participación en el juicio de López Hernández, que tendrá lugar en Matanzas. Además, le quitaron el carnet de identidad y le dijeron que no podía salir hasta nuevo aviso de su casa, que si salía lo iban a detener por estar indocumentado.
El joven compartió imágenes de los represores que lo vigilan en su barrio, incluida una patrulla policial.
Por otro lado, el investigador Dmitri Prieto también fue amenazado con un proceso de desobediencia si salía de su casa, ubicada en Santa Cruz del Norte, provincia de Mayabeque.
“Policías me impiden salir de casa, amenazan con delito de desobediencia por algo que dicen que sé y no me tienen que explicar”, escribió en su perfil de Facebook.
Prieto, igualmente, difundió imágenes de los policías apostados en los bajos del edificio donde vive.
López Hernández, desde Matanzas, lamentó la escalada represiva horas antes del juicio en su contra, que se celebrará este 28 de noviembre.
“La verdadera causa de tanta represión y precauciones es el miedo. Pero los tranquilizo: nunca he convocado a nadie a manifestarse ni a crear desórdenes. A diferencia de ustedes, creo en la responsabilidad individual y ética de las personas. También creo que en Cuba vivimos un nuevo momento histórico y que una crisis no es tal hasta que los actores sociales no toman cuenta de ella. La cuestión que está en juego ahora no es “si hay” que cambiar, sino “cómo hacerlo”, concluyó la académica en un post de Facebook.