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Satisfacer los servicios básicos de la población y avanzar en la recuperación de la actividad económica en Cuba, de sectores primarios y estratégicos, constituyen prioridades contenidas en el presupuesto del Estado para el año 2024, analizado y aprobado en el 2do. Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su 10ma. Legislatura.
En presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y de Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, explicó que la ejecución presupuestaria en el calendario venidero debe estar acompañada de la implementación de medidas concebidas en el Programa de Estabilización Macroeconómica.
Según reportó la Agencia Cubana de Noticias, ello es para revertir, con la lógica y objetiva gradualidad, los actuales desequilibrios macroeconómicos en las dimensiones monetaria, cambiaria y financiera, y construir paulatinamente un escenario más favorable para el desarrollo económico y social del país.
Detalló que en la planificación de los gastos se considera el respaldo a los niveles de actividades sociales, así como las demandas de financiamiento del sector empresarial y de gastos financieros asociados a la deuda pública, que no fue posible atender en años anteriores, para lo que se han tenido en cuenta las solicitudes de las entidades y territorios bajo el principio de la racionalidad y el ahorro.
Se mantiene, en ese sentido, la premisa de asegurar los principales sectores y programas, especialmente en la Salud Pública, Educación, la Asistencia y Seguridad Social, la Cultura y el Deporte; con el 63 por ciento de la estructura de gastos previstos, lo que afianza el marcado carácter social del presupuesto.
Los principales crecimientos de los gastos en la actividad presupuestada están vinculados con la Seguridad Social, el servicio de la deuda pública, incremento de salarios a los sectores de Salud y Educación, así como la compra de bienes y servicios asociados con el incremento de niveles de actividad.
A la Asistencia Social se destinan 6 513 millones de pesos, que respaldan soluciones a las situaciones de vulnerabilidad, con un incremento por las medidas de aumento de precios, que incluye la entrega de recursos.
Ello permitirá proteger a 186 783 familias y 339 754 beneficiarios en situación de vulnerabilidad económica, a través de prestaciones monetarias temporales, servicios sociales y la entrega de recursos de primera necesidad para elevar su calidad de vida.
Asimismo, se protege a las madres de hijos con discapacidad severa, los asistentes a domicilio, el pago de servicios de transportación para recibir atención médica especializada fuera del territorio de residencia y el pago del consumo eléctrico a pacientes con enfermedades crónicas para mantener su vitalidad en el domicilio, entre otros.
Para mantener los niveles de precios minoristas de bienes de alto impacto en la población se continuará con el subsidio de las tarifas eléctricas al sector residencial y agropecuario, de los combustibles importados, los medicamentos controlados, la leche fluida, las tarifas de transporte y del servicio de agua.
De cara a estimular la producción, a pesar de las afectaciones en los rendimientos agropecuarios, continúa el subsidio temporal al productor de la caña, huevo, carne y el café cereza robusta.
Se ratifica el respaldo priorizado al Programa de la Vivienda, y para la transformación de los barrios se proyectan 2 732 millones de pesos, fondo con el que se prevé trabajar en más de 5 000 barrios.
Se proyectan 1 500 millones de pesos con el fin de subsidiar el precio de los materiales de la construcción en familias de bajos ingresos, con lo que se debe hacer énfasis en la solución de afectaciones de eventos climatológicos.
Con los niveles de actividad proyectados la circulación mercantil minorista, incluyendo el valor correspondiente a las formas de gestión no estatal, alcanza 480 000 millones de pesos y registra un crecimiento del 32 por ciento respecto al 2023.
Deberá avanzarse, con mayor celeridad, en transformaciones esenciales encaminadas a modificar gradualmente los mecanismos de asignación de recursos y el esquema institucional en que operan las empresas. Con ello se aspira a avanzar en la autonomía real, recuperar los niveles de eficiencia de las principales actividades y lograr el desarrollo sostenible.
Para 2024 Cuba planifica el crecimiento de los ingresos en correspondencia con la proyección de la economía en las diferentes actividades y el aumento adicional sustentado en la efectividad de las acciones de control fiscal, así como la implementación de las medidas tributarias aplazadas este año.
Por: Juventud Rebelde
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