SAN LUIS POTOSÍ, México.- El preso político Juan Enrique Pérez Sánchez fue enviado a una celda de castigo conocida como “el hoyo”, luego de haberse cosido la boca y declararse en huelga de hambre para protestar por falta de medicamentos pues las autoridades de la cárcel Melena Dos, en Melena del Sur, Mayabeque, le quitaron sus fármacos para el asma y la presión, según confirmó la activista Anamely Ramos a CubaNet.
El músico de 41 años y padre de cuatro menores de edad recibió hace unos días la visita de su esposa, Dayana Aranda, quien le suministró los medicamentos de los que depende: para el asma, para la presión y las pastillas que utiliza para dormir. Sin embargo, los carceleros se los quitaron y, en protesta, se plantó y se cosió la boca, una acción a la que ha recurrido en otra ocasión pra exigir el respeto a sus derechos.
El prisionero político, condenado a ocho años de privación de libertad por “desórdenes públicos”, “desacato” y “sabotaje” tras manifestarse el 11 de julio de 2021 en Nueva Paz, Mayabeque, fue llevado esposado ante el primer y segundo jefe de la prisión y luego fue recluido en una celda de castigo.
De acuerdo con testimonios de otros reclusos que se comunicaron con la esposa de Pérez, los represores cubanos lo sacaron de esa celda pero no lo regresaron a su destacamento, acotó Anamely Ramos.
“No sabemos si se lo llevaron para el puesto médico, porque estaba plantado, o por haberse cosido la boca, no sabemos si se lo llevaron para otra compañía u otro destacamento”, agregó, insistiendo en que actualmente se desconoce la ubicación del prisionero político.
Según denunció el Observatorio de Derechos Culturales, el músico se encuentra muy delgado y con padecimientos de asma constante y de presión.
“Juan es un músico empírico oriundo del poblado de Vegas en el Municipio de Nueva Paz, Artemisa. Cómo tantos cubanos humildes, salió a protestar pacíficamente el 11J de 2021 y nunca más regresó a su casa”, escribió el Observatorio.
— Observatorio de Derechos Culturales (@CubaODC) October 9, 2024
No se trata de la primera vez que, en acto de protesta por los abusos sufridos en su arbitrario encierro, Pérez emprende una huelga de hambre y se cose la boca.
En la primera prisión en la que estuvo, la cárcel de Quivicán, Mayabeque, Juan Enrique Pérez se cosió la boca con alambres.
“En ambas cárceles ha enfrentado todo tipo de vejaciones por parte de los oficiales, que tratan en vano de doblegar su espíritu de rebeldía y de justicia. El ensañamiento ha sido particularmente brutal”, alegó el Observatorio de Derechos Culturales.
“En su personalidad destacan el comportamiento solidario y la virtud, respaldadas por una fortaleza inquebrantable”, destacó la publicación, que incluyó, además, un poema que él compuso para las madres de los presos políticos cubanos y que logró darle a su esposa durante la visita al penal.
