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Por qué el régimen no trató a los médicos secuestrados como a Elián o los cinco espías

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Por qué el régimen no trató a los médicos secuestrados como a Elián o los cinco espías
Por qué el régimen no trató a los médicos secuestrados como a Elián o los cinco espías

LA HABANA, Cuba. – No son pocos los que consideran que el régimen cubano no hizo lo suficiente para lograr la liberación de los médicos cubanos Landy Rodríguez y Assel Herrera, secuestrados en la región fronteriza entre Kenia y Somalia en abril de 2019. 

La propaganda oficial plantea que sí, que se han hecho múltiples gestiones en pos de alcanzar la liberación de los galenos. Pero es inevitable que afloren las comparaciones con los casos del niño Elián González y después con los cincos espías de la Red Avispa. Como se recordará, tanto en uno como en otro caso, los gobernantes cubanos, en particular Fidel Castro, colocaron como un asunto de Estado la lucha por la liberación y devolución a Cuba de esas personas. 

A todo lo largo y ancho de la Isla se celebraron mítines, marchas del pueblo combatiente y múltiples actividades más pidiendo su liberación. Y a nivel internacional, todo el engranaje que mantiene el castrismo a través del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos se puso en función de pedir la liberación de los retenidos en Estados Unidos. 

En el caso de estos médicos, en cambio, la supuesta gestión liberadora se ha efectuado casi en silencio, con alguna que otra visita de algún funcionario cubano a Kenia, y después la publicación de un comunicado de prensa anunciando que los secuestrados aún se encontraban con vida.  

Entonces se impone una necesaria interrogante: ¿por qué el pataleo castrista cuando Elián y los espías, en comparación con la pasividad o el desdén con que han actuado ahora los gobernantes cubanos en el caso de los médicos apresados en África? En realidad, no parece haber influido en ello el carácter o el estilo de gobernar de Fidel Castro con respecto al de su hermano Raúl o al de Miguel Díaz-Canel. 

El meollo del asunto parece ser el lugar donde ocurrieron esos sucesos. Al castrismo no le interesó, ni le interesa, provocar un diferendo con los gobiernos de Kenia y Somalia por el secuestro de los médicos. En cambio, sí le entusiasmó desde un principio la posibilidad de armar un show contra Estados Unidos cuando Elián fue retenido en Miami, y después cuando los espías fueron encarcelados. 

Hay que tener presente que el diferendo con Estados Unidos constituye en la práctica la esencia de la política cubana. La simbología del pequeño David enfrentado al gigante Goliat resulta sumamente atractiva para el castrismo. La cúpula gobernante de la Isla no sabría vivir sin tener a un enemigo externo a quien culpar por los fracasos de sus políticas. En ese sentido son muchos los que apuestan por que otra hubiese sido la actitud de la jerarquía castrista, y también la suerte de los cautivos, si los médicos hubieran sido secuestrados en Estados Unidos. 

En medio de todo este ambiente, la máquina del tiempo me traslada al año 1960, cuando el filósofo francés Jean Paul Sartre visitó Cuba y se reunió con los políticos y los principales intelectuales de la Isla. Sartre, como intelectual de izquierda que era en ese momento, vino a apoyar a la naciente revolución, pero también a observar detenidamente todo lo que acontecía en Cuba. 

El escritor Jaime Sarusky, en el artículo Sartre en Cuba, aparecido en el libro Sartre-Cuba-Sartre. Huracán, surco, semillas (editado en el 2005 por la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz de la Universidad de La Habana) asegura que el filósofo expresó la siguiente frase: “Si los Estados Unidos no existieran, quizás la Revolución Cubana los inventaría: son ellos los que le conservan su frescura y su originalidad”. 

Una frase genial desde todo punto de vista. No solo por lo temprano en que fue emitida, sino porque marcaría el verdadero derrotero del castrismo. Solo que el final de la frase también podría ser: es el diferendo con ellos el que le permite al castrismo enarbolar su precaria legitimidad. 

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

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