Los padres del niño cubano Juan Ernesto Benítez Rueda, de nueve años, que padece de insuficiencia renal crónica terminal, solicitaron ayuda para obtener una visa humanitaria hacia Estados Unidos y llevar a su hijo a otro país a realizar el trasplante de riñón que necesita con urgencia.
En declaraciones exclusivas a ADN Cuba, su madre Mailyn Rueda Sevila, afirmó que el niño lleva 3 años esperando la cirugía en Santiago de Cuba, pero en la isla no existen las condiciones para efectuarla.
“Mi hijo está en estado de alarma porque presenta problemas en su fístula para hemodiálisis. Pasó un año con catéter, tuvo 18 catéteres pediátricos cuando debieron durar solo 2 o 3 meses cada uno. La fístula ahora no funciona bien, si deja de funcionar mi hijo no tiene acceso vascular para ponerle un catéter nuevo y puede morir”, declaró Rueda Sevila.
Agregó que en La Habana les confirmaron que en Cuba no hay recursos ni condiciones para realizar el trasplante. “Hemos agotado todos los recursos, si me lo hubieran dicho hace 3 años habría solicitado antes la visa humanitaria. Mi hijo me dice que no quiere más hemodiálisis, cada día que se conecta a la máquina puedo perderlo”, afirmó.
Los padres iniciaron una campaña para recaudar fondos y costear la visa. Los interesados pueden donar en el siguiente link:http://ffnd.co/n/hCJQGT/41514 y comunicarse a través del + 5355385984.
La abogada Zulimary V. Maymi, del Canizares Law Group, explicó a ADN Cuba los requisitos y el proceso para solicitar una visa humanitaria por razones médicas en Estados Unidos.
“Los procesos de parole humanitario por razones médicas requieren evidencia concreta y oficial para demostrar no tan solo la emergencia médica existente sino la falta de atención sanitaria adecuada disponible en el país de procedencia y capacidad económica para solventar los gastos médicos en EE.UU.”, afirmó Maymi.
La letrada detalló que “los tiempos de procesamiento de USCIS en este tipo de casos podrían ser de entre 90 y 120 días, pero en la actualidad esos tiempos pueden ser mayores dada la alza en la cantidad de solicitudes”.
Recomendó “asesorarse con un abogado de inmigración para evaluar si los casos cumplen con los criterios para ser considerados de manera expedita o evaluar alternativas que permitan la entrada legal de la persona a los EE.UU. para recibir atención médica de la manera más rápida”.
El caso de Juan Ernesto ocurre en medio de la profunda crisis del sistema sanitario cubano, donde la escasez de medicamentos, insumos e infraestructura hospitalaria deficientes imposibilitan tratar afecciones complejas como enfermedades renales terminales en niños.
La precariedad de la atención médica en la isla obliga a muchas familias a implorar ayuda fuera del país mientras sus hijos ven agravarse padecimientos que en otras naciones serían curables.