SAN LUIS POTOSÍ, México.- Esta semana, el exmandatario y actual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que, si es elegido nuevamente como presidente, eliminará el programa del parole humanitario establecido por la administración Biden en enero de 2023, así como la posibilidad de entrar al país a través de la aplicación CBP One.
Sus declaraciones se produjeron durante una entrevista telefónica con el periodista Bill Melugin, de Fox News, donde Trump fue claro en su mensaje a los inmigrantes que han llegado bajo estos dos programas: “Prepárense para irse”, dijo.
Sus palabras han provocado desasosiego entre los cubanos que han emigrado a EE.UU. y entre aquellos que aspiran a llegar por algunas de las vías legales establecidas para ello.
NEW: Former President Trump tells me if he’s elected, he will immediately end the Biden admin’s controversial CBP One cell phone app and CHNV migrant flights program, & would revoke humanitarian parole grants for the 1.3 million migrants who have already been allowed into the US… pic.twitter.com/wXgMaOcVoV
— Bill Melugin (@BillMelugin_) September 25, 2024
¿Puede Trump eliminar el Parole y el CBP ONE?
Este viernes, en conversación con CubaNet, Jesús Novo, abagado especialista en temas migratorios y perteneciente a la firma Gllardo Law Firm, aclaró que no es posible eliminarlos si Trump llega a la presidencia, sino que también sería un procedimiento sencillo “Con una acción ejecutiva lo puede hacer de un plumazo, lo puede hacer el primer día estando en la oficina”.
Sin embargo, Trump no podría revocar todos estos paroles porque, según Novo, la Constitución de Estados Unidos no permite que se apliquen las leyes retroactivamente.
Por otra parte, las leyes tampoco permiten a inmigración, después de que ha concedido ciertos derechos, retirarlos, a excepción de muy pocos casos en los que haya un problema de seguridad nacional o una razón muy fuerte.
¿Qué pasaría con los que están en proceso?
El experto se refirió asimismo a aquellos que, en caso de decretarse la desaparición de los programas, ya hayan obtenido su aprobación y dijo: “El detener los programas está dentro de sus posibilidades, dentro de su autoridad. Sin embargo, los que ya estén aquí, hayan venido bajo estos programas, no deben temer nada, no tienen nada que temer”.
Por su parte, asintió en que los que entraron por CBP ONE debían ajustar su estatus al año y un día, por la Ley de Ajuste Cubano, o por peticiones familiares inmediatas, de lo contrario, tenían que haber aplicado para asilo o podrían enfrentarse a una deportación expedita “porque no tienen forma de cómo quedarse en el país”.
“Los que están tramitando para la residencia a través de la Ley de Ajuste porque tenían un parole que se les dio a través de estos dos programas, no tienen nada que temer, absolutamente nada que temer”, insistió.
En EE.UU….
Esos casos ya son elegibles, puntualizó, y esa elegibilidad no se la puede quitar nadie. “El presidente puede parar los programas, los puede detener y aun personas que tengan sus permisos aprobados en Cuba, Nicaragua, Venezuela o Haití, con permiso de vuelo, él los puede detener y así no va a entrar más nadie. Esas personas se van a quedar en sus países si no llegaron aquí antes”.
Sin embargo, en suelo estadounidense hay protecciones que les confieren tanto la Constitución como las leyes de inmigración.
“Yo no dudo que esa sea la voluntad del expresidente si saliera electo, pero más allá de lo difícil que sería logísticamente buscar personas que puedan tramitar la deportación masiva de todas estas personas que han entrado, casi dos millones, más allá de eso la ley no lo permitiría”, pronunció.
“Él puede intentarlo, sin embargo, estoy convencido que las cortes se lo van a impedir (…) A lo mejor él cree firmemente que va a poder hacerlo, pero en este país afortunadamente hay cortes, la rama judicial está completamente separada, es completamente independiente de la rama ejecutiva”, concuyó.
