Autoridades organizan ofertas de fin de año en medio de la crisis alimentaria en Cuba.
La crisis alimentaria en Cuba sigue marcando el panorama, y las ofertas anunciadas para el fin de año no parecen ser suficientes para muchos cubanos.
Aunque las autoridades buscan garantizar productos básicos en esta temporada, la escasez aguda de alimentos y otros bienes esenciales sigue golpeando a las familias en la isla.
Los mercados agropecuarios y puntos de venta han prometido una mayor disponibilidad de carnes, granos, y dulces típicos.
Sin embargo, la distribución desigual y la limitada cantidad generan escepticismo entre los consumidores. Este problema no solo afecta a las provincias más alejadas, sino también a las ciudades principales, donde las filas para adquirir alimentos son cada vez más largas.
Entre los productos anunciados en Villa Clara destacan cortes de cerdo y derivados, que tradicionalmente son esenciales en las celebraciones de fin de año.
«En ese sentido, se realizarán ferias comerciales, gastronómicas y agropecuarias en todos los municipios de Villa Clara», publica la emisora CMHW.
Ofertas de alimentos para fin de año en Villa Clara
Las autoridades de Villa Clara han anunciado una serie de ofertas para las festividades de fin de año, con el objetivo de fortalecer las opciones disponibles para la población y atender a sectores vulnerables. A continuación, se detallan los productos y su distribución:
Productos para todos los núcleos familiares (291,754 en total):
- Arroz: 5 libras por núcleo familiar, a 90 CUP por libra.
- Bebidas: 1 botella de ron, 1 de vino seco y 1 de vinagre.
Productos destinados a sectores vulnerables:
- Niños de 0 a 13 años: 2 paquetes de sorbetos o galletas.
- Niños de 0 a 1 año: 1 libra de masa de hamburguesa de pollo (184 CUP).
- Niños de 2 a 6 años: 1 libra de masa de croqueta de pollo (184 CUP).
- Niños de 7 a 13 años: 1 libra de masa de croqueta de pescado (184 CUP).
- Embarazadas: 1 botella de refresco de 330 ml.
- Dietas especiales, encamados, adultos mayores de 65 años y combatientes: Atención diferenciada con productos específicos.
Ofertas en ferias comerciales, gastronómicas y agropecuarias:
- Productos agropecuarios: Hortalizas, granos y viandas contratados con productores locales.
- Pescados y mariscos:
- Pescavilla: 61 toneladas de productos, incluyendo croquetas de pescado (24 t), croquetas de MDM (16 t), picadillo condimentado (11 t) y pescado eviscerado (10 t).
- EPICAI de Caibarién: 40 toneladas de productos, como croquetas de MDM (11,200 unidades), masa de croquetas de MDM (8 t), masa de croquetas de pescado (8 t), chorizo de MDM (10 t) y pescados marinos (6 t).
- Lácteos:
- Empresa Láctea: 600 galones de helado para hospitales, 15 toneladas de queso fundido y 5,000 litros de sirope para venta liberada.
- Conservas y vegetales:
- Empresa «Los Atrevidos»: Néctar de frutas a granel (10 t), conserva de tomate en salsa (15 t), pasta de ajo de 400 g (10 t), comino molido de 600 g (3 t) y sofrito Remedios (5 t).
- Cárnicos:
- Empresa Cárnica: 30 toneladas de carne en conserva (mortadela) y 12 toneladas de masa de croquetas, destinadas al consumo social en hospitales, hogares maternos y de ancianos.
- Panadería y repostería:
- Empresa Productora de la Industria Alimentaria: Pan de diferentes gramajes, dulces, panetelas criollas, mantecados de aceite, croquetas fritas y semi elaboradas, refrescos de frutas, dulces en almíbar, frituras de harina, croquetas de yuca, gofio de maíz, tortas de brilla de harina, galletas semi sodas de sal (bolsas de 1 kg), coditos en bolsas de 1 kg y fideos en formato de 500 g.
Estas ofertas se realizarán en ferias programadas en todos los municipios de Villa Clara, según informa la CMHW, con el objetivo de facilitar el acceso a los productos durante las festividades.
Promesas contra realidad
En Cuba los precios elevados y la escasez de efectivo en moneda nacional dificultan el acceso para una gran parte de la población.
A pesar de los esfuerzos por mantener una imagen de abastecimiento, los problemas logísticos y la limitada capacidad de producción nacional evidencian el impacto de la crisis económica.
La falta de combustible, la reducción de importaciones y los problemas en la agricultura han agravado la situación, dejando pocas esperanzas de una mejora significativa en el corto plazo.
Las quejas de los consumidores no se limitan a la falta de productos. Muchos denuncian que la calidad de lo disponible no cumple con las expectativas mínimas.
Además, la necesidad de acudir a mercados informales para completar las compras incrementa los costos, dejando a muchas familias sin opciones viables para las celebraciones.
El gobierno tiene un reto mayúsculo en estas fechas, pues las promesas de ofertas para fin de año chocan con la dura realidad que viven las familias del país.
La crisis económica y alimentaria exige soluciones profundas y sostenibles que vayan más allá de acciones puntuales durante festividades.