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Dolarización para desdolarizar después: Estos son los cambios económicos que se adoptarán en Cuba

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Dolarización para desdolarizar después: Estos son los cambios económicos que se adoptarán en Cuba
Dolarización para desdolarizar después: Estos son los cambios económicos que se adoptarán en Cuba

Durante el programa Mesa Redonda, funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central de Cuba (BCC) explicaron las razones detrás de esta medida, destacando que se trata de un proceso “gradual y transitorio” que busca captar divisas y fortalecer la economía antes de eliminar progresivamente el uso del dólar en el comercio interno.

Sin embargo, el gobierno no ha ofrecido un cronograma claro ni detalles sobre cómo planea revertir la creciente dependencia del dólar en la isla.

Captación de divisas como eje central

Uno de los principales argumentos del gobierno para la dolarización parcial es la necesidad urgente de captar divisas.

La viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo de la Torre, aseguró que esta estrategia permitirá financiar sectores clave y mejorar la oferta de bienes en el mercado interno.

Según la funcionaria, la dolarización se aplicará en “negocios vinculados a las ventas minoristas y mayoristas”, así como en sectores estratégicos con alta demanda de moneda fuerte. Se espera que esta medida ayude a fortalecer las exportaciones y reducir la dependencia de importaciones.

En la práctica, esto significa que el gobierno planea continuar expandiendo el comercio en dólares a través de Tiendas Caribe y Cimex, con la apertura de nuevos establecimientos en moneda estadounidense fuera de La Habana, principalmente en las cabeceras provinciales.

El turismo como motor de la dolarización

El sector turístico es una de las áreas más impactadas por esta política. Granadillo de la Torre mencionó que la venta de combustible en dólares en estaciones de servicio seleccionadas es parte de esta estrategia, asegurando que el turismo pueda operar con una base financiera más estable.

Asimismo, se han establecido comercios exclusivos en dólares en destinos turísticos, como el supermercado 3ra y 70 en La Habana.

En este establecimiento solo se acepta el pago en dólares en efectivo o con tarjetas extranjeras, lo que ha generado críticas debido a la exclusión de la moneda nacional y la limitación del acceso para la mayoría de los cubanos.

Yamilé Álvarez Tejo, jefa del departamento comercial de Tiendas Caribe, defendió la medida asegurando que el pago en dólares ha tenido un “efecto positivo en la venta de productos cubanos como los Habanos y el ron”, ya que los turistas prefieren utilizar su moneda sin restricciones.

El peso cubano seguirá siendo el centro del sistema financiero

A pesar del avance de la dolarización, el gobierno insiste en que el peso cubano (CUP) seguirá siendo la base del sistema financiero nacional.

Según Granadillo de la Torre, solo el 10% de la red comercializadora trabajará con dólares y se mantendrán las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) para el acceso a productos de primera necesidad.

Sin embargo, esta afirmación contrasta con la realidad que enfrenta la población cubana. La creciente dolarización ha hecho que el peso pierda aún más su poder adquisitivo, mientras que los precios de bienes esenciales en el mercado informal siguen disparándose.

El economista cubano Pedro Monreal criticó esta estrategia y argumentó que el problema central no es la falta de dólares, sino la incapacidad del peso cubano para cumplir sus funciones básicas.

“Más que hablar del dólar, deberían explicar qué hacen para fortalecer el peso”, comentó en la red X.

Aumento del control estatal sobre la divisa

Uno de los objetivos de la dolarización es aumentar el control del Estado sobre el flujo de divisas.

Actualmente, gran parte de los dólares que ingresan al país a través de remesas y turismo terminan en el mercado informal, donde el tipo de cambio supera los 340 CUP por dólar.

El gobierno busca canalizar estos dólares hacia el sector estatal mediante comercios en divisas y el pago de aranceles en dólares en algunos casos específicos.

Esta estrategia también pretende reducir la dependencia de importaciones realizadas de manera privada, obligando a que más operaciones se realicen a través de canales oficiales.

Recorte del déficit fiscal y eliminación de subsidios

Las autoridades han destacado la reducción de más del 39% del déficit fiscal como un logro económico, atribuyéndolo a la dolarización y a la reestructuración del gasto público.

Sin embargo, los expertos señalan que este recorte no se debe a un aumento en la producción nacional, sino a la eliminación de subsidios y la reducción del gasto estatal en sectores clave.

Esto ha generado una mayor precarización de la población, ya que el acceso a bienes básicos en moneda nacional es cada vez más limitado.

La combinación de inflación, pérdida de valor del peso y aumento de precios en el mercado informal ha profundizado las desigualdades económicas en la isla.

¿Es posible una futura desdolarización?

El gobierno insiste en que la dolarización es una medida temporal, pero no ha especificado cuándo ni cómo se llevará a cabo la desdolarización.

En el pasado, se han implementado medidas similares con la promesa de ser transitorias, pero que terminaron convirtiéndose en prácticas permanentes.

El caso de las tiendas en MLC es un claro ejemplo. Cuando se introdujeron en 2019, el gobierno aseguró que era una solución temporal para captar divisas.

Sin embargo, estas tiendas se han consolidado como la principal vía de acceso a productos básicos, obligando a los cubanos a depender de remesas o del mercado informal para adquirir bienes esenciales.

Si la dolarización actual sigue el mismo patrón, es probable que la desdolarización prometida nunca se concrete, y que el peso cubano continúe perdiendo relevancia en la economía nacional.

Estrategia arriesgada

La estrategia del gobierno cubano para dolarizar parcialmente la economía con el objetivo de desdolarizar después plantea más dudas que certezas.

Sin un plan claro ni un cronograma definido, la medida parece ser una respuesta improvisada a la falta de divisas en el país.

Mientras el peso cubano sigue debilitándose y el acceso a bienes básicos se vuelve más complicado para la población, la dolarización parcial avanza, beneficiando principalmente al sector turístico y a quienes tienen acceso a dólares.

El impacto de esta política en el futuro dependerá de la capacidad del gobierno para fortalecer el peso cubano y reactivar la producción nacional, factores que hasta ahora siguen siendo un desafío sin solución a la vista.

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