AREQUIPA, Perú. – Unos 57.243 cubanos entre enero y octubre de este año han sido autorizados a viajar a Estados Unidos gracias al programa de parole humanitario, según un reporte de este martes del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de ese país.
Del total de migrantes de la Isla examinados y aprobados, ya 55.568 han arribado al territorio estadounidense.
En el período en cuestión se han beneficiado del programa migratorio un total de 269.744 personas provenientes de Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba.
Por nacionalidad, el mayor número de migrantes aprobados son los haitianos con 107.697 casos autorizados, seguidos por los venezolanos con 77.021, y 48.840 nicaragüenses.
“Basándose en el exitoso proceso de parole establecido para los venezolanos hace un año, en octubre de 2022, los procesos de parole para nacionales de Cuba, Haití y Nicaragua anunciados por el presidente Biden el 5 de enero de 2023, han reducido significativamente la migración irregular”, indica el reporte de CBP.
Asimismo, el comunicado destaca que el programa migratorio ha negado a los traficantes de personas la oportunidad de explotar a individuos que, en cambio, se han beneficiado de la expansión de vías seguras, ordenadas y humanitarias.
Para ser considerado para el proceso de parole, un patrocinador de apoyo en Estados Unidos debe presentar electrónicamente el Formulario I-34A ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) por cada beneficiario que desee patrocinar.
Una vez que USCIS confirma el Formulario I-34A, se envían instrucciones para los próximos pasos. Los beneficiarios son notificados sobre la autorización de su viaje a un aeropuerto de Estados Unidos y, al arribar, son inspeccionados caso por caso y considerados para el permiso de permanencia temporal.
Sin embargo, el programa migratorio se encuentra sometido a un proceso de impugnación ante tribunales estadounidenses.
Los demandantes argumentan que el presidente, Joe Biden, no tiene la facultad de crear un programa de visados que debería haber pasado por el Congreso y que ha causado daños a sus territorios, debido a la gran cantidad de personas que están llegando y la saturación de los servicios públicos.