MADRID, España.- Más de 50 académicos de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) alzaron su voz para condenar la “represión política” en Cuba, especialmente la relacionada con las intelectuales cubanas Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja Torres, quienes han sido víctimas de constante acoso de la Seguridad del Estado.
En una carta compartida este jueves 4 de julio por el Laboratorio de Pensamiento Cívico CubaXCuba (CXC), los firmantes, entre los que se encuentran destacadas figuras como la escritora Esther Suárez Durán, el historiador Gustavo Arcos, la artista Tania Bruguera, el economista cubano-estadounidense Carmelo Mesa-Lago; y los economistas cubanos Omar Everleny, Pavel Vidal y Pedro Monreal, exigen al comité ejecutivo de LASA una declaración pública que condene enérgicamente las acciones del régimen cubano.
“Los abajo firmantes, miembros efectivos de LASA, solicitamos una vez más que la Asociación emita una declaración pública condenando la represión política en Cuba, recrudecida durante el último año y agravada recientemente contra la historiadora y editora cubana miembro de la organización, Alina Bárbara López Hernández, en compañía de la antropóloga Jenny Pantoja Torres”, reza el texto.
El comunicado denuncia la violencia policial ejercida contra López y Pantoja durante su detención en junio pasado. Y por ello exigen que se condene la persecución política contra las dos intelectuales y “contra cualquier persona que exprese libremente sus opiniones u opciones políticas, aunque disientan respecto a la dirigencia del país”.
Asimismo, instaron a LASA a expresar “públicamente solidaridad con la historiadora y la antropóloga, ante las golpizas recibidas y el injusto encausamiento del que están siendo víctimas”.
Los firmantes subrayan que estos hechos no son aislados, sino que forman parte de un patrón sistemático de represión por parte del gobierno cubano contra la disidencia y la crítica intelectual.
La solicitud de los académicos de LASA se suma a las numerosas voces que a nivel nacional e internacional han condenado la represión en Cuba y han exigido respeto a los derechos humanos.
Esta misma semana trascendió que más de 220 personalidades del mundo artístico y literario habían firmado una carta en apoyo a Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja.
La carta destaca que “todas las cubanas y cubanos tenemos derecho a proponer nuestras ideas para salir de esta crisis” y expone que la criminalización del disenso no resuelve los verdaderos problemas de la Isla, sino que agrava la crisis al reprimir la libertad de expresión y de manifestación pacífica.
Entre los firmantes del documento estuvieron Fito Páez, Fernando Pérez, Leonardo Padura, Ernesto Daranas, Kiki Álvarez, Luis Alberto García, Gustavo Arcos, Cristina Obín, Edwin Fernández Collado, Héctor Noas, Jorge Molina, María Isabel Díaz Lago y Mario Guerra.
Represión contra Alina Bárbara López
A mediados de junio pasado Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja Torres fueron detenidas por la Seguridad del Estado mientras se dirigían a La Habana para una manifestación pacífica. Durante todo el día estuvieron retenidas en una estación policial donde fueron tratadas con violencia.
Aunque este es uno de los hechos más recientes de la represión contra López Hernández y Pantoja, el acoso contra Alina Bárbara comenzó en octubre de 2022. En 2023, López Hernández fue condenada por “desobediencia” tras negarse a acudir a citaciones extrajudiciales de la Seguridad del Estado, lo que resultó en su arresto domiciliario.
Las protestas pacíficas organizadas por Alina Bárbara, que se realizan cada 18 de mes en el Parque de la Libertad de Matanzas, buscan llamar la atención sobre la situación represiva en el país. Sus demandas incluyen la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente democráticamente elegida, atención a la crisis de los sectores vulnerables y libertad para los presos políticos.
Sobre estas protestas, la intelectual explicó en reciente entrevista con CubaNet: “Fue en marzo de 2023 cuando comenzó esto. En ese momento, aprovechando la conmemoración del centenario de la Protesta de los 13, que había ocurrido el 18 de marzo de 1923, me parecía un momento justo ―dada la situación de crisis absoluta, no solo económica, sino política, social, simbólica, cultural, que había en Cuba― hacer un homenaje, hacer un guiño a la historia para, a partir de aquella fecha, los 18 de cada mes hacer un acto simbólico de protesta pacífica”.
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