MADRID, España.- La implementación del programa de parole humanitario por la administración de Joe Biden en enero de 2023 ha permitido que 100.500 cubanos obtengan autorización para ingresar a Estados Unidos de manera segura, ordenada y legal, según los últimos datos proporcionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) hasta mayo de 2024.
Este programa ha beneficiado a más de 462.100 haitianos, nicaragüenses, venezolanos y cubanos, quienes llegaron legalmente en vuelos comerciales y recibieron libertad condicional bajo este proceso. El programa permite un máximo de 30.000 visas mensuales para estas nacionalidades. De acuerdo con el documento de la CBP, aproximadamente 100.500 cubanos, 193.400 haitianos, 87.800 nicaragüenses y 113.400 venezolanos fueron examinados y autorizados para viajar a Estados Unidos.
De estos números, 98.200 cubanos, 177.100 haitianos, 80.700 nicaragüenses y 106.100 venezolanos ya llegaron legalmente y se les concedió la libertad condicional. Esto representa un incremento de más de 7.000 cubanos que lograron ingresar a Estados Unidos en comparación con el mes anterior, cuando la cifra se detuvo en 91.000. A pesar de esto, la comunidad haitiana sigue siendo la de mayor crecimiento en términos de entrada a territorio estadounidense gracias al parole humanitario.
Para ser considerado en este proceso de parole humanitario, un patrocinador en Estados Unidos debe presentar electrónicamente el Formulario I-34A ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) por cada beneficiario. Una vez confirmado el formulario, USCIS envía instrucciones para los siguientes pasos. Los beneficiarios reciben notificaciones sobre la autorización de su viaje a un aeropuerto estadounidense, donde son inspeccionados caso por caso y considerados para el permiso de permanencia temporal. Este permiso permite la posibilidad de solicitar un permiso de trabajo y acceso a ciertos servicios y beneficios públicos limitados.
En las últimas semanas, el presidente Joe Biden anunció nuevas medidas ejecutivas para fortalecer la seguridad en la frontera sur y abordar los desafíos persistentes del sistema de inmigración. Entre estas medidas se incluye una proclamación bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad que suspende la entrada de no ciudadanos que crucen ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos.
Biden indicó que estas acciones se implementarán cuando la frontera esté desbordada, con el objetivo de aliviar la carga sobre los agentes de la Patrulla Fronteriza y permitir una eliminación más rápida de aquellos sin base legal para permanecer en el país. La Casa Blanca aclaró que estas acciones no serán permanentes y se descontinuarán cuando el número de migrantes que crucen entre puertos de entrada sea lo suficientemente bajo para que el sistema pueda manejar las operaciones fronterizas de manera segura y efectiva.
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