El activista Yasmany González Valdés se encuentra en una celda de castigo en la prisión del Combinado del Este, en La Habana, según confirmó a 14ymedio su esposa, Ilsa Ramos. El preso político, de 31 años, está siendo acusado del presunto delito de “propaganda contra los órganos del Gobierno” pero el juicio en su contra aún no tiene fecha.
El traslado de González a la celda de castigo se debió a una pelea con otro recluso que lo acusó de estar creando un movimiento opositor “dentro de la prisión”, explica Ramos, quien este viernes asistió a la visita reglamentaria, pero las autoridades del penal no la dejaron ver a su esposo.
El activista, conocido también como Libre Libre, fue detenido el 20 de abril después de un “violento registro” en su casa en Centro Habana en el que participaron unos 15 agentes de la policía política, que confiscaron un mono de mecánico, una brocha y su teléfono móvil, como parte de la investigación sobre las pintadas que aparecieron en varios puntos céntricos de la capital contra el régimen cubano.
Tras su arresto, González pasó más de un mes en Villa Marista, cuartel general de la Seguridad del Estado en La Habana, y en mayo de este año fue trasladado al Combinado del Este, la mayor prisión de Cuba.
Unos días antes de su detención, el activista había sido citado por la Policía en la estación de Zanja, en La Habana, donde lo vincularon con el grupo que se hace llamar El Nuevo Directorio
Unos días antes de su detención, el activista había sido citado por la Policía en la estación de Zanja, en La Habana, donde lo vincularon con el grupo que se hace llamar El Nuevo Directorio (END). Según el testimonio de González, en esa ocasión le hicieron pruebas grafológicas y también intentaron dejarlo detenido por un impago de multas que ya habían sido abonadas.
La primera pintada firmada por END con el lema “No al PCC” apareció en los muros de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana. La segunda, en el cercano parque de Aguirre, y una tercera fue colocada en la entrada del estadio universitario, en la calle Ronda. Pero fue el cuarto cartel el que molestó más a la Seguridad del Estado, al aparecer la mañana del 20 de abril en el número 7 de la calle Humboldt, en Centro Habana.
El emplazamiento de este último letrero coincidió con el lugar donde fueron asesinados en 1957, durante la dictadura de Fulgencio Batista, cuatro jóvenes pertenecientes al Directorio Revolucionario. El cartel, realizado el mismo día del aniversario de aquella acción represiva, generó un fuerte operativo policial para cubrir las letras con pintura, además de un “acto de desagravio”.
Con anterioridad, Yasmany González había denunciado el hostigamiento que sufrió por parte de la Seguridad del Estado. En 2022, después de cuatro días detenido en Villa Marista, el activista, que trabajaba como albañil por cuenta propia, dijo que dejaría de publicar en redes sociales. Previamente había sido multado por denunciar las violaciones a los derechos humanos y exigir la liberación de los detenidos en las protestas del 11 de julio de 2021. De momento, según la organización Justicia 11J, permanecen en las cárceles cubanas 787 presos políticos, de los 1.878 que han sido detenidos desde las manifestaciones.
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