AREQUIPA, Perú – Las mujeres devotas del municipio Rio Cauto que se “erizan” al ver al dictador Miguel Díaz-Canel, no son las únicas que la Televisión Cubana ha entrevistado con la intención de vender una imagen de apoyo popular al régimen y sus dirigentes.
El pasado viernes, Díaz Canel visitó la localidad de Palmira, en la provincia de Cienfuegos, donde además de visitar una deficiente Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA), intercambió con otros pobladores que cuentan con la aprobación de su equipo de seguridad y prensa.
“Le di un beso y un abrazo, hijo. Loca por verlo estaba yo. Mucho deseo tenía de conocerlo a él”, dijo Deysi Bermúdez, una anciana al borde del llanto.
“Lo mejor que nos ha pasado a Palmira en muchos años”, resaltó Enrique Alfonso, otro hombre de la tercera edad quien también dijo “el pueblo de Palmira es revolucionario entero” y estará siempre con Fidel, Díaz-Canel y Raúl.
El aparato comunicacional de la dictadura por lo general recoge este tipo de estampas aduladoras de ancianos, generaciones que han estado expuestas por mayor tiempo al bombardeo propagandístico del régimen y su adoctrinamiento ideológico. Este adoctrinamiento acostumbra cultivar, entre otras cosas, el culto a la personalidad del líder.
No obstante, esta vez, la televisión oficial también logró incluir las opiniones de una madre y su hija pequeña, quienes manifestaron su cariño por el dictador. “Lo queremos mucho. Agradecida con él, verdad que sí”, agregó la mamá.
En medio de las carencias y la crisis que atraviesa el país, fueron los cienfuegueros esta vez quienes experimentaron de primera mano uno de los habituales discursos triunfalistas de Miguel Díaz-Canel.
Al respecto, el dirigente habló sobre el potencial del territorio a partir de supuestas “experiencias” constatadas por el Gobierno.
“Con la tierra que hay aquí puede estar la comida de Palmira, lo que tenemos que producir, trabajar para después repartir con justicia social lo que nosotros mismos creemos”, aseguró.
Las declaraciones de Palmira se suman a las virales entrevistas de la prensa oficial en Río Cauto publicadas la pasada semana.
“Era como si hubiera visto al dios Fidel. Me erizo”, dijo una señora extasiada por la presencia del gobernante en el municipio granmense.
Otra, además, afirmó que la llegada de Canel era “un regalo” divino y “una bendición”.
Las imágenes de las devotas del dictador cubano se hicieron virales, convirtiéndose en fuente de señalamientos, burlas, memes y hasta música.
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