LA HABANA, Cuba. – El preso político Roberto Pérez Fonseca, condenado a 10 años de privación de libertad por su participación en las manifestaciones antigubernamentales del 11 y 12 de julio de 2021 (11J), fue trasladado a una celda de castigo tras manifestarse en la prisión de Quivicán, donde se encuentra recluido desde hace más de dos años.
Según informó su hermano Alberto Fonseca (conocido en redes sociales como Albert Fonse) a CubaNet, la protesta aconteció tras varios incidentes que culminaron con el traslado del prisionero político hacia un cubículo donde se encontraban enfermos de tuberculosis.
“Mi hermano no estuvo de acuerdo con esa situación y sabiendo que se iba a presentar la visita de un ministro ―porque estaban arreglando la prisión y se comentaba― no aguantó y se manifestó en el patio gritando ‘libertad para los presos políticos’, ‘Cuba de luto’, ‘patria y libertad’ y ‘abajo la dictadura’”, contó.
De acuerdo con Fonseca, durante la llamada telefónica en la cual otro recluso le informaba lo que estaba sucediendo, se podían escuchar los gritos de su hermano.
“En ese momento me dicen que fue trasladado a la fuerza a la celda de castigo, un poco más severa e infrahumana que la común. Una vez lo tuvieron [ahí] tres días sin agua y sin alimentos; esta vez por la presión pública que pude ejercer le llevaron alimentos e imagino que agua, porque la primera noche la pasó hasta sin abrigo”, explicó el activista.
Pérez Fonseca, de San José de las Lajas, padece de úlceras gástricas. De acuerdo con su hermano, “cada vez se acorta el intervalo entre una crisis estomacal y otra”. En la última de estas crisis llegó a vomitar sangre y, para ser atendido, tuvo que protestar.
Precisamente, el joven recluso, sentenciado por los supuestos delitos de atentado, desacato, instigación a delinquir y desórdenes públicos, se ha manifestado en reiteradas ocasiones y por diferentes motivos “en todo este trayecto de prisión injusta”.
“Hace un mes aproximadamente fue la última [protesta], cuando se quitó los zapatos en apoyo a los presos comunes que dejaron sin visita porque no cumplían el reglamento de vestimenta. Mi hermano empezó esa iniciativa y se le sumaron otros presos políticos”, relató Fonseca.
De acuerdo con el activista radicado en Miami, las autoridades carcelarias estarían intentando crearle una causa común al preso político del 11J para “bajarle ese apoyo que está logrando hasta de los mismo presos comunes”.
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