La niña cubana de 13 años Nathalie Álvarez López es testimonio viviente de las violaciones a los derechos del niño en Cuba, envuelta en el turbio escenario político y social del país. La menor es hija de Gloria María López Valle y hermana de Christian González López, encarcelados por su activismo en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. Mientras ellos están detenidos, Nathalie quedó bajo custodia del Departamento de Menores de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y de la Seguridad del Estado, instituciones que no han respetado su interés superior y han modificado de manera extrema sus condiciones de vida habitual.
En la Casa de Niños sin Amparo Filial y en la Escuela de Conducta donde se encuentra en la provincia de Mayabeque, su día a día está plagado de adversidades. Ha enfrentado bullying, robos y severos castigos. Además, se le ha permitido tomar decisiones potencialmente dañinas, como hacerse tatuajes y salir hasta muy tarde.
La experiencia educativa de Álvarez López en la Escuela de Conducta contradice los principios de educación inclusiva. En lugar de ser un refugio de aprendizaje, la escuela ha acentuado su estrés y ansiedad. También ha sufrido discriminación debido a las convicciones políticas de su familia, y ha enfrentado comentarios inapropiados en relación a su pubertad.
Pese a la supervisión estatal, la seguridad de Nathalie ha sido comprometida. Un intento de agresión por parte de un trabajador del hogar donde reside y otras formas de maltrato, revelan las insuficientes medidas de protección para menores en instituciones cubanas. Para mayor gravedad, no se han iniciado procedimientos legales contra quienes la han perjudicado.
Por otro lado, la salud mental de Nathalie es alarmante. Ha padecido ataques de pánico y ha intentado quitarse la vida, situaciones magnificadas por la dolorosa separación de su familia. La reticencia del régimen cubano a liberar a su madre intensifica su angustia.
La niña ha enfrentado invasiones a su privacidad, abuso, negligencia y maltrato en el lugar donde debería sentirse segura. A pesar de recibir ayuda psiquiátrica, su bienestar emocional pende de un hilo a raíz de las traumáticas experiencias que han dañado su desarrollo integral.
La madre de Nathalie, en busca de justicia, ha solicitado la intervención de la activista María Regla Castro para exponer la crítica situación de su hija. Sin embargo, la persistente violación de los derechos de Nathalie resalta el imperativo de cambios sustanciales en la protección a la infancia en Cuba.
El caso de Nathalie ilustra las transgresiones a la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), ratificada por Cuba y el incumplimiento de las observaciones de este organo de tratado. Sus vivencias infringen diversos artículos de este tratado, como los que abogan por el interés superior del niño y su derecho a estar con su familia.
A pesar de todo, Nathalie no cuenta con protección legal adecuada y las alternativas propuestas para ella desatienden su bienestar, contraviniendo tanto la CDN como la legislación nacional.
Es urgente garantizar medidas para la recuperación integral de Nathalie y que se tomen acciones para salvaguardar sus derechos. En síntesis, la situación de Nathalie Álvarez López pone de manifiesto la urgencia de que Cuba atienda y actúe conforme a las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño. La prioridad debe ser asegurar una educación y una vida digna para todos los niños y niñas, sin importar su contexto o historia.
