Los investigadores cubanos no podrán trabajar para la Universidad Internacional de Florida (FIU), que ha decidido pausar, con carácter inmediato, las contrataciones de ciudadanos de seis países considerados “preocupantes” por el gobierno de ese estado, según un correo electrónico obtenido por la emisora WLRN. Cuba está acompañada por Venezuela, China, Rusia, Siria, Irán y Corea del Norte en la lista.
Según contó ese medio, el pasado martes 19, Andrés Gil, vicepresidente de Investigación de la universidad y decano de su Escuela de Posgrado escribió a los decanos, jefes de departamento, directores de programas de posgrado y personas involucradas en recursos humanos que, debido a las nuevas leyes anunciadas en el estado, es necesario “hacer inmediatamente una pausa en cualquier oferta de trabajo o intento de contratación” que involucre a individuos de los “países preocupantes”.
“Cualquier oferta que se haya hecho y cualquier reclutamiento activo debe paralizarse hasta que tengamos un buen control sobre el proceso”
“Cualquier oferta que se haya hecho y cualquier reclutamiento activo debe paralizarse hasta que tengamos un buen control sobre el proceso, para que pueda comunicarse adecuadamente a los candidatos y sea específicamente indicado en nuestras cartas”, puntualiza el texto
Uno de los departamentos afectados, según la prensa local, podría ser el Cuban Research Institute (CRI) de FIU, que trabaja estrechamente con opositores cubanos –y venezolanos– para eventos, becas, programas, cursos y todo tipo de colaboraciones en las que puede haber vacantes si la situación se prolonga. Los “becarios de investigación no remunerados” también están afectados por la norma, una situación en la que se encuentran muchos cubanos. También hay multitud de investigadores chinos contratados durante sus estudios de posgrado damnificados por esta norma.
El gobernador Ron DeSantis ha aprobado durante este 2023 varias normas que afectan a la educación superior. Entre ellas, esta tiene el objetivo de “combatir a quienes se intentan infiltrar en el sistema universitario estadounidense desde países preocupantes”, aunque puede haber “exenciones” que deben ser examinadas caso por caso para seguir adelante con la contratación.
Gil, que teme que las medidas vayan a descapitalizar la universidad, especifica en su correo que la universidad no es el “órgano de aprobación final” de los candidatos, algo que recae en la Junta de Gobernadores del estado, cuyos miembros son nombrados por DeSantis y otros cargos de la FIU a su vez designados por él. “El proceso para cada candidato tomará varios meses y no podemos garantizar ningún empleo o posición para individuos de países de interés”, añade.
“Los directores de los programas de posgrado y los decanos recibirán instrucciones sobre qué comunicar en relación con este proceso a los estudiantes de posgrado recién admitidos y/o potenciales interesados en obtener una ayudantía de posgrado. Recursos Humanos y Asuntos Académicos comunicará a los decanos y personal de Recursos Humanos el impacto para aquellos empleados que estaban actualmente en un proceso de incorporación”, dice.
Los medios del estado del sol no han logrado más aclaraciones desde que tuvieron acceso al correo por parte de la FIU, que ha sido más comedida que la Universidad de la Florida (UF), en Gainesville, sobre las consecuencias de esta medida.
Más de 300 profesores de la Universidad de Florida (UF) han protestado contra una norma que, a su juicio, les impide reclutar a los mejores estudiantes por el único motivo de su nacionalidad, según contó la revista Science.
Los docentes hicieron una carta pública en la que aseguran que esta ley “podría influir negativamente en el desarrollo a largo plazo, la reputación y el liderazgo de UF”
Los docentes hicieron una carta pública en la que aseguran que esta ley “podría influir negativamente en el desarrollo a largo plazo, la reputación y el liderazgo de UF”.
“Restringir o incluso impedir la contratación de ayudantes de posgrado, posdoctorado y profesores visitantes de estos países tendría un impacto devastador en nuestros programas de posgrado y actividades de investigación; además, podría influir negativamente en el desarrollo a largo plazo, la reputación y el liderazgo de UF”, explican.
Aunque el Departamento de Estado de Estados Unidos ya investigaba a los extranjeros antes de concederles visados de estudios o investigación, la norma estatal de Florida obliga a un proceso presuntamente más concienzudo.
La ley fue aprobada este verano junto con otra normativa que restringe la compra de vivienda a extranjeros de los mismos países en áreas próximas a infraestructuras críticas, como aeropuertos, puertos o centrales eléctricas.
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