LA HABANA, Cuba.- Un día como hoy, hace exactamente un siglo, los hermanos Walt y Roy Disney fundaron el conglomerado de medios de comunicación y entretenimiento más grande del mundo. La compañía Disney, que había nacido como un negocio familiar, se convirtió en un ejemplo de éxito abrumador durante la Recesión de la década de 1920.
El comienzo no fue sencillo, pues su primer personaje 100% animado, el conejo Oswald, llevó a los hermanos a romper con los estudios Universal Pictures por no querer renunciar a los derechos de propiedad intelectual.
Un viaje en tren a Nueva York cambiaría las tornas. En el trayecto, Walt Disney ideó al ratón Mortimer, rebautizado como Mickey Mouse por su esposa, la dibujante Lillian Bounds, y diseñado por el gran amigo de Walt, Ub Iwerks. La primera película sonora de Mickey y su novia Minnie, estrenada en 1928, fue un triunfo rotundo.
Gracias al corto animado Árboles y flores la dupla Disney-Iwerks ganó su primer Oscar en 1932. En lo adelante, la fama iría in crescendo. Dos años después nacieron el pato Donald, Pluto y Goofy, pero Walt apostó por arriesgarlo todo. En plena Gran Depresión decidió realizar el primer largometraje animado de la historia del cine: Blancanieves y los siete enanitos (1937). Con este filme, visto por el mundo entero, generación tras generación, quedó demostrado que los dibujos animados podían ser un género cinematográfico.
Hacia 1950, hundida en el bache financiero de la postguerra, la compañía fue salvada de la quiebra por otro filme de culto: Cenicienta. Las ganancias fueron estratosféricas y Disney pasó de ser una productora de animados a un fenómeno cultural. Convencido de que los fanáticos de los dibujos animados creados por él merecían un universo propio, diseñó personalmente y hasta el último detalle Disneyland, que abrió sus puertas en abril de 1955.
Diez años después moriría el genio, prematuramente y sin sospechar que el éxito de su compañía se incrementaría a un nivel jamás imaginado. Fiel a su interés de crear obras de arte, el sello Disney ha construido un mundo de fantasía que seduce por igual a niños y adultos. Como una inagotable fábrica de sueños, produce historias fascinantes, entretenidas y didácticas que portan mensajes alentadores, ensalzando lo mejor del ser humano.
A la par de los tiempos, ha modificado la naturaleza de las historias a relatar. Las princesas en apuros, vulnerables y sosas han dado paso a protagonistas con matices más diversos y atractivos, desde Pocahontas, Mulán o Megara, hasta Mérida, Elsa y Raya.
Actualmente Disney posee una cadena de exitosos parques de atracciones y engloba a varias cadenas muy rentables como ABC, Marvel, Touchstone o Pixar, entre otras. Su canal de streaming es tan grande que ha llegado a superar a Netflix en cuanto a cantidad de suscriptores.