MIAMI, Estados Unidos. – Un juez federal de Estados Unidos bloqueó este domingo el traslado de tres migrantes venezolanos al centro de detención de la Base Naval de Guantánamo, una medida que ha sido impulsada por la administración del presidente, Donald Trump.
Un juez del Tribunal de Distrito de EE.UU., Kenneth J. Gonzales, dictaminó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) no podía transferir a los migrantes, que se encontraban bajo custodia en Nuevo México. “Mi decisión se limita únicamente a estos tres peticionarios”, aclaró Gonzales, quien fue nombrado por el expresidente Barack Obama.
La orden judicial se produjo en respuesta a una solicitud de los migrantes, quienes habían cuestionado su detención antes de las elecciones presidenciales y denunciaron la posibilidad de ser enviados a Guantánamo tras el inicio de traslados de venezolanos con “características similares”.
A finales del mes pasado, Trump firmó un memorando para preparar instalaciones en Guantánamo con el objetivo de albergar a migrantes deportados. Durante la firma de la Ley Laken Riley, el mandatario defendió la medida alegando que contaba con “30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores criminales ilegales que amenazan al pueblo estadounidense”.
“Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en que sus países los retengan, porque no queremos que regresen, así que los vamos a enviar a Guantánamo”, agregó Trump. “Esto duplicará nuestra capacidad de inmediato. Y es un lugar difícil del que escapar”.
El primer vuelo militar de Estados Unidos con migrantes deportados aterrizó en la Base Naval de Guantánamo en la noche del martes 4 de febrero, según informaron fuentes oficiales estadounidenses.
La Casa Blanca confirmó que los migrantes trasladados pertenecen al Tren de Aragua, una organización criminal de origen venezolano con presencia en varios países de América Latina. Karoline Leavitt, portavoz del gobierno de Donald Trump, declaró en una conferencia de prensa que las autoridades migratorias estaban priorizando la detención y expulsión de “criminales violentos” como parte de la política de seguridad nacional.
Se trata de la primera vez en décadas que este centro de detención, conocido por haber albergado a sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, recibe a migrantes bajo custodia estadounidense.
Además de utilizar esta base como centro de detención, la Administración Trump ordenó a ICE incrementar el número de arrestos diarios, con la meta de capturar entre 1.200 y 1.500 personas por jornada.
