El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) publicó este martes un estudio sobre una serie de leyes restrictivas en torno a la libertad de expresión y prensa en Cuba.
“Leyes de papel: análisis del marco jurídico vs. contra libertad de expresión 2023” examina las leyes que limitan la libertad de expresión, prensa y acceso a la información pública en la isla.
Al respecto, Normando Hernández, director del ICLEP, declaró a ADN Cuba que “como bien concluye nuestro análisis sobre el draconiano marco jurídico cubano, pensamos que la única forma de que en Cuba exista una verdadera libertad es si se desmantelan todas las estructuras de poder que mandan en la isla cautiva desde 1959. Es sentido común. No podemos poner al zorro a cuidar el gallinero”.
La investigación profundiza en la aplicación de disposiciones legales restrictivas y en el impacto que estas tienen sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Además de las normativas legales, se aborda la connotación política, discursiva e interpretativa que ha caracterizado el ejercicio de estos derechos en Cuba desde 1959 hasta la actualidad.
Como punto de partida histórico, se recuerda la aniquilación por parte del régimen de Fidel Castro de todos los órganos de prensa independiente mediante diversos métodos de presión, regulaciones, amenazas y exilio hasta lograr el cierre definitivo o la sumisión de la totalidad de los medios de comunicación privados.
Entre las leyes más restrictivas destacan la Constitución de la República de Cuba; la Ley No. 153 de 2022 “Del Proceso de Amparo de los Derechos Constitucionales”; la Ley No. 88 de 1999 de “Protección de la Independencia Nacional y la Economía”, conocida como ‘Ley Mordaza’, y el Decreto-Ley No. 370 de 2018 “Sobre la Informatización de la Sociedad en Cuba”.
Asimismo, se analizan las disposiciones relacionadas con la informatización de la sociedad, las telecomunicaciones y la ciberseguridad, así como el Código Penal y la recientemente aprobada Ley de Comunicación Social.
Finalmente, en las recomendaciones, el estudio expresa que “conscientes de la sordera e inmovilismo de la dictadura socialista en los últimos 64 años, solo nos queda no recomendar, sino exigir”, y concluye con tres exigencias:
El cese de todas las estructuras de poder que han gobernado en Cuba en los últimos 64 años, el establecimiento de un gobierno de transición y la creación de una asamblea constituyente que desarrolle el pensamiento de José Martí cuando dijo: “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.
