MADRID, España.- La Federación Cubana de Voleibol ingresa al año, solo en materia de contratos internacionales, cifras entre los 300.000 y 500.000 euros, reveló una reciente investigación del medio especializado en deporte Play Off Magazine.
En la actualidad más de 50 voleibolistas cubanos están contratados bajo el amparo de la Federación y más de 80 voleibolistas están contratados de forma independiente, solo en Europa y Sudamérica.
En un cuestionario realizado por Play Off Magazine a 17 voleibolistas contratados de manera independiente, la mayoría manifestó su inconformidad con el precio actual de su transfer. Trece de ellos consideraron que es injusto debido a las altas cifras que piden por ellos.
Los clubes interesados en contratar a voleibolistas cubanos que no se encuentran bajo el amparo de la Federación Cubana de Voleibol se ven obligados a desembolsar exorbitantes sumas de dinero por sus servicios, en comparación con cualquier otra federación del mundo, destaca el artículo.
De acuerdo al reglamento de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), el precio del transfer es dictaminado por la Federación de Origen, pero esta “debe equilibrarse con el derecho del jugador a trabajar y ganarse la vida en base a las habilidades que ha desarrollado”. Y para ello se tiene en cuenta nivel de experiencia del jugador, edad, duración y consistencia de su carrera, experiencia en la selección nacional, lesiones previas; contribución positiva de la Federación de origen a la carrera del jugador; duración del traslado; entre otras.
Sin embargo, el régimen cubano “viola los reglamentos de la Federación Internacional de Voleibol a la hora de contribuir de manera positiva en la carrera de sus atletas, además de no invertir en programas de desarrollo de la disciplina dentro de la isla con lo generado por los contratos profesionales, como evidencian las malas condiciones de entrenamiento y estructuras de formación en el país”.
La investigación también expone que la Federación Cubana de Voleibol tiene como política de contrato aplicar un 10% a los jugadores de selecciones nacionales y un 20% al resto, siempre que estén bajo el amparo de la Federación. Los que por diferentes motivos ya no pertenezcan a la Federación, y pasen a ser gestionados por la FIVB, el organismo cubano les exige desembolsar el máximo posible.
Doce de los voleibolistas encuestados afirmaron que nunca les llegó la posibilidad de ser contratados mientras se encontraban bajo el amparo de la Federación Cubana, por motivos tales como: “te cierran puertas”, “se lo dan a quienes ellos quieran, y para donde ellos quieran”, “mal trabajo de la Federación Cubana”, “un montón de restricciones y obstáculos para poder jugar”, “era para pocas personas”.
El citado medio intentó contactar, en vano, con Ariel Sainz, presidente de la Federación Cubana de Voleibol, para plantearle interrogantes como: ¿Cuáles son los criterios a la hora de imponer el transfer a los jugadores independientes? ¿Por qué se les dificulta el regreso a los voleibolistas cubanos que desean ampararse para bajar el precio de su transfer? ¿Cuánto dinero ingresan al año por contratos profesionales, y dónde es invertido?
De acuerdo a 13 de los 17 voleibolistas entrevistados, el trabajo de Ariel Sainz como directivo de la Federación Cubana de Voleibol es “malo o muy malo”. Mientras que los otros cuatro lo consideraron indiferente. Ninguno emitió opiniones positivas.