AREQUIPA, Perú – Un reciente informe de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) en Cuba demuestra que en la Isla han muerto más personas en los últimos años de las que han nacido, una realidad que ligada al éxodo migratorio ha contribuido a la abrupta disminución de la población cubana.
Las cifras oficiales indican que durante en 2023 fallecieron unos 117.739 cubanos, mientras solo 90.392 nacieron. La estadística no supone un hecho aislado, toda vez que representa una tendencia que se viene manifestando en Cuba desde 2021.
Según la ONEI, en 2021 murieron 167.675 personas en la Isla y apenas unas 99.096 nacieron. Un año después, en 2022, 120.098 cubanos perdieron la vida al tiempo que otros 95.403 nacieron.
A su vez, el panorama demográfico se ha resentido con la mayor crisis migratoria en la historia de Cuba. En la que también las cifras indican un mayor número de nacionales que abandonan la Isla, en comparación con los nacimientos reportados.
Tan solo en Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP por sus siglas en inglés) reportó 321.704 arribos de cubanos a ese país en 2022, más del triple de los recién nacidos ese mismo año en la Isla.
La diferencia entre emigrados cubanos y nacidos escala significativamente si se toman en cuenta el resto de destinos migratorios alrededor del mundo como España, Uruguay, México, entre otros.
En julio pasado, el Gobierno cubano admitió que la crisis migratoria ha afectado considerablemente la demografía cubana hasta llegar a una población de menos de 10 millones.
Según anunció en el parlamento cubano Juan Carlos Alfonso, vicejefe primero de la ONEI, el “cálculo” tomó en cuenta la crisis migratoria sin precedentes de los últimos tres años, así como los fallecimientos.
Este número representa una caída del 10,1% con respecto a los residentes en 2020 y son parecidos a los que había en Cuba en 1985, alertó el funcionario. La tendencia apunta a que seguirá decreciendo la población.
