La electricidad y el gas licuado costarán un 25% más a los cubanos a partir del 1 de marzo, cuando se haga efectiva una nueva tarifa diseñada, según el Gobierno, para “corregir distorsiones” que el presupuesto estatal lleva años arrastrando. El aumento del precio afectará a quienes gastan más de 500 kilovatios por hora (kWh), en el caso de la luz, y a todos los que reciben balas de gas, quienes pagarán 225 pesos, 45 más que los 180 actuales.
Durante su comparecencia este lunes en el programa televisivo Mesa Redonda, los ministros de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, y de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, alegaron que su objetivo no es arruinar más el bolsillo de los cubanos, sino dar con un sistema “justo” para penalizar a “los que más gastan” y, de paso, reanimar las arcas estatales.
En la práctica, el gas subirá de precio en marzo, pero el cobro de la corriente no será hasta inicios de abril.
En el caso del gas licuado, los ministros admitieron que el argumento del “ahorro” no explica la subida del precio a los 1.700.000 clientes que lo reciben hoy día, pero que de todos modos el costo adicional contribuirá a “eliminar el subsidio que tiene la importación” y el transporte hacia los puntos de venta en todo el país.
En el caso del gas licuado, los ministros admitieron que el argumento del “ahorro” no explica la subida del precio a los 1.700.000 clientes que lo reciben hoy día
De la O Levy insistió en que desde hace varios años se estudia cómo hacer pagar más a los “altos consumidores”, que en 2023 fueron 107.570 clientes de los 4.078.909 que conforman el sector residencial. El alto cargo intentó tranquilizar a los televidentes con un dato: solo el 2,7 de los integrantes de este sector consumen más de 500 kWh de forma habitual, si bien en julio y agosto la cifra “crece hasta los 217.000 clientes”, el 5,4% de los consumidores.
El sector no residencial –un 39% de los consumidores del país, según el ministro– es más fácil de controlar. “Lo tenemos aguantado”, celebró, aludiendo a las constantes inspecciones y restricciones energéticas que su oficina ha orientado en todo el país.
“No es para dañar a nadie”, remachó. “Sabemos que tenemos reservas para lograr el ahorro en nuestras casas, que sin disminuir el nivel de vida se pueden lograr ajustarnos a los 500 kWh o estar muy cerca de ellos. Hay clientes que en julio y agosto se pasan de los 500 kWh, pero después en el resto del año no”.
El ministro explicó que los clientes que gastan 600 kWh con la tarifa actual, pagan alrededor de 2.451 pesos, pero que desde marzo tendrán que pagar 2.681. El aumento es solo de 230 pesos, aclaró, porque el costo adicional solamente se aplica a los kWh que rebasen los 500, sujetos a la penalización.
Prosiguió: “Cuando son 700 kWh, hoy pagaría 3.396 pesos; con la nueva tarifa serían 3.862 pesos, con un incremento del 13%. Un consumidor de 1.800 kWh, su costo crece el 22%. Paga actualmente 14.901, mientras que en el futuro pagaría 18.355 pesos”, y así sucesivamente.
Durante el programa, ambos ministros ofrecieron datos sobre las circunstancias que, a su juicio, hacen indispensable el aumento de los precios
El aumento del precio del gas “descargará” a la estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet) de unos 280 millones de pesos que tenía que pedir al Estado para transporte y otros gastos, alegó, por su parte, Regueiro Ale. “No es el ahorro precisamente lo que se incentiva, pero sí logramos recuperar en esa cadena de valor la reducción de los subsidios, porque la empresa (Cupet) puede reconocer los costos y gastos en que viene incurriendo”, dijo.
Una red de trabajadores sociales ha identificado “personas y núcleos vulnerables”, que no podrán “afrontar” los nuevos precios y para los cuales “se estudian” medidas, como otorgar “subsidios a personas que realmente requieran una atención diferenciada conforme a su capacidad, a su poder adquisitivo”.
Durante el programa, ambos ministros ofrecieron datos sobre las circunstancias que, a su juicio, hacen indispensable el aumento de los precios. En primer lugar, el hecho de que 2023 haya sido un año récord de consumo eléctrico, que alcanzó los 64,5 gigavatios por hora en julio.
Además, en 2023 entraron a Cuba 2.300.000 equipos electrodomésticos, menos que en 2022 –3.430.000 dispositivos– pero mucho más que en 2021, cuando llegaron 2.240.000. La Isla cuenta con medio millón de motos eléctricas, “las cuales en su mayoría se cargan del sistema eléctrico y no a partir de fuentes de energías renovables porque aún no tenemos esas posibilidades”, informaron.
De la O Levy también aseguró que los inspectores detectan cada vez más fraudes eléctricos, y el déficit de contadores que atraviesa el país facilita el aumento de las ilegalidades
De la O Levy también aseguró que los inspectores detectan cada vez más fraudes eléctricos, y el déficit de contadores que atraviesa el país facilita el aumento de las ilegalidades, lamentó. “Lo otro es el fraude a partir de manipular el metro, desviar el circuito de la casa o tomar de la acometida directa por fuera del metro. Nosotros estamos dándole una batalla a eso, fuerte. Vamos por 226.000 fraudes detectados en el último período y sabemos que se está cometiendo fraude porque lo estamos leyendo en la diferencia entre la energía que se genera y la energía que se cobra. Allí están las pérdidas comerciales, pero la diferencia es que nos las están robando. Lo que nos están robando es casi lo que genera Guiteras”, detalló.
El incremento de los precios de la luz y el gas sigue al del combustible – del cual también informaron los ministros este lunes–, cuyo costo se quintuplicará desde el próximo 1 febrero.
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