La ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó este lunes que la Administración de Javier Milei “está trabajando” en identificar y desarticular a grupos de agentes cubanos y venezolanos con instrucciones de sembrar el caos en Argentina. Durante una entrevista en televisión nacional, la política se remitió al “protocolo” que debe seguir el Estado en esta clase de “actuaciones” y evitó ofrecer detalles.
La intervención coincidió con un anuncio de Infobae sobre la negativa de Milei a nombrar embajadores para Cuba, Venezuela y Nicaragua. Según el medio, la decisión representa un “giro diplomático” encaminado a tomar distancia de los regímenes que imperan en los tres países. “La canciller Diana Mondino ya tiene esas instrucciones presidenciales”, añadió.
Durante la entrevista a Bullrich, el presentador Eduardo Feinmann preguntó a la ministra, invitada a un programa del diario La Nación para comentar el plan de Milei contra el narcotráfico y la delincuencia, sobre una información aportada el pasado domingo por el periodista Joaquín Morales Solá. “Están en el país agitadores cubanos y venezolanos dispuestos a ayudar al vandalismo de los revoltosos locales. Proyectan reproducir aquí el largo estallido social de 2019 en Chile (contra el Gobierno de Sebastián Piñera)”, afirmaba entonces, citando a una fuente gubernamental que no identificó.
Estos grupos, que en Argentina se conocen como “piqueteros”, convocaron nuevas manifestaciones contra Milei para este miércoles. El contexto es de especial vulnerabilidad, asegura Morales, pues los ex mandatarios Alberto y Cristina Fernández “vaciaron los pertrechos de seguridad” del país, de manera que la Policía cuenta con “solo un camión hidrante para disolver eventuales sublevaciones”.
“No son marchas, son piquetes: van, cortan la calle y no dejan que nadie pase”, dijo. “Nuestra decisión es poner orden en las calles”
Durante su entrevista, Bullrich aludió a estos agentes como “una minoría ruidosa”, que suele ejecutar anualmente 8.000 y 10.000 protestas. “No son marchas, son piquetes: van, cortan la calle y no dejan que nadie pase”, dijo. “Nuestra decisión es poner orden en las calles (…). Necesitamos trabajar en conjunto con la Policía del país. El protocolo es una orden a las fuerzas de seguridad de actuar. Está dentro de los marcos legales y del Código Penal”, aclaró la ministra.
Aunque se negara a detallar la estrategia específica de su cartera contra quienes reciben orientaciones de La Habana y Caracas, Bullrich fue tajante sobre los piqueteros: quienes actúen como “instigadores” recibirán todo el peso de la ley.
En 2019, tras las protestas en Chile, el Gobierno de ese país expulsó a 50 extranjeros, entre ellos 30 cubanos y nueve venezolanos, involucrados en actos violentos durante las manifestaciones, según informó entonces el gobierno de la región de O’Higgins.
“La violencia, sin lugar a duda, ha sido la peor cara de las manifestaciones registradas recientemente en Chile. Una realidad a la cual la región de O’Higgins no ha estado ajena, pese al llamado de distintos sectores, incluyendo la propia ciudadanía, de deponer este actuar e impulsar una agenda social que atienda las legítimas demandas que gatillaron la crisis que atraviesa el país”, explicó un comunicado oficial.
“Es en este contexto, del total de 50 ciudadanos extranjeros cinco fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia, por una parte, por protagonizar saqueos, y por otra, por estar involucrados en desórdenes, atentar contra la autoridad y levantar barricadas”, agrega la nota del Gobierno.
“Cuba ejecuta una estrategia de injerencia en Colombia a través de la orientación de cubanos con cobertura diplomática en organizaciones sociales solidarias”
Una situación similar se dio en 2021 en Colombia, durante la Administración de Iván Duque. Sin citar específicamente a Cuba, el presidente aseguró entonces que procedería a “la expulsión, conforme a la Convención de Viena, de quienes pretendan, en el ejercicio de la función diplomática, venir a nuestro país a tratar de interferir en el sano desarrollo del curso institucional colombiano”.
La declaración de Duque llegó en reacción a una publicación de la revista colombiana Semana sobre un informe preparado por funcionarios del país suramericano sobre un plan del Gobierno cubano para interferir en las elecciones colombianas de 2022 y “desestabilizar al país”.
“Cuba ejecuta una estrategia de injerencia en Colombia a través de la orientación de cubanos con cobertura diplomática en organizaciones sociales solidarias, la infiltración de programas de cooperación con autoridades locales y su financiación por medio del ELN (Ejército de Liberación Nacional)”, dice en el documento Estrategia de injerencia cubana en asuntos de independencia y soberanía de Colombia, elaborado por agencias del Estado colombiano.
“Las autoridades identificaron que los tentáculos cubanos tienen interés, simpatía y relación cercana con un aspirante a la Presidencia”, aseguraba la revista, con fuentes cercanas al Ejecutivo colombiano. El factor común de los grupos en Chile y Colombia era su vinculación con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, con sede en La Habana, que sigue bajo el mando del ex espía Fernando González Llort.
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