Bajo la mirada atenta de Rogelio Polanco, cancerbero ideológico del Partido Comunista, los periodistas cubanos trataron este jueves de ponerle el cascabel al gato sin ser demasiado críticos. El panorama de la prensa oficial, no obstante, es grave. Los peores salarios de su historia, “pérdida de credibilidad”, “lenguaje burocrático”, mediocre formación de su personal y una misión cada vez más imposible: “Apuntalar el consenso y la unidad nacional en torno al Partido y a la Revolución”.
Unos 275 delegados de toda la Isla asisten al congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), celebrado en La Habana, para resolver, afirman, la pérdida de “musculatura” de la prensa oficial. La organización, que tiene registrados a 3.660 miembros en el país, enfrenta otro dilema: la desbandada de “gente con talento, muchos que se tenían como paradigma”, no solo hacia el extranjero, sino también a otros sectores laborales.
“Nos están usurpando los espacios”, fue la frase con la que José Alejandro Rodríguez resumió –sin aludir directamente a ella– la otra piedra en el zapato de la Upec: la prensa independiente. Aunque todos los delegados reconocieron que el oficialismo ha perdido la voz cantante, hablar de los diarios y plataformas independientes fue el gran tabú del congreso.
“Este país ya no tiene cómo amurallarse y qué bueno que sea así, porque ese escenario nos está desafiando y nos pone constantemente a prueba”, dijo con optimismo Rodríguez, aunque insistió en que la situación –”grave, compleja” y “de crisis”– es deprimente para el gremio.
“Este país ya no tiene cómo amurallarse y qué bueno que sea así, porque ese escenario nos está desafiando y nos pone constantemente a prueba”
Sin embargo, la vida real de los periodistas cubanos está en otra parte, lejos de las garantías de la recién electa directiva de la Upec. “Nos graduamos cinco y ya tres están fuera del país”, cuenta a 14ymedio un periodista recién salido de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba. “Una de mis compañeras ni siquiera fue a la graduación. Apenas entregó la tesis se fue por la ‘ruta de los volcanes'”, hacia EE UU.
La universidad funciona con tal desgano, que corre el rumor de que los diplomas serán entregados en formato digital, para que los interesados los impriman por su cuenta, señala. El desencanto con la comunicación, añade, es de base. “Prácticamente han eliminado los requisitos para cursar periodismo, que en otro tiempo era tan difícil de alcanzar”.
Las en otro tiempo severas pruebas de aptitud –un cuestionario de cultura general, un examen de redacción y una entrevista oral– ahora son “muela y más nada”, admite el joven entrevistado por este diario.
Mientras la formación de profesionales llega a su punto más bajo, la Upec pide “hacer un estudio” de la audiencia cubana, donde se ha perdido tanto terreno, para comprender qué le interesa. Para ello, piden más dinero, pues la única plataforma que funciona bien en la Isla es Ideas Multimedios, el todoterreno de propaganda del régimen dirigido por Randy Alonso, que incluye a medios como Cubadebate, y programas de televisión como Mesa Redonda, Con Filo y Cuadrando la Caja.
Alonso subrayó que en su proyecto no se opera con la “mediocridad, el desconocimiento y el agobio” que afectan a otras plataformas oficiales
Alonso subrayó que en su proyecto no se opera con la “mediocridad, el desconocimiento y el agobio” que afectan a otras plataformas oficiales. Ideas Multimedios “se empezó a financiar con los propios recursos de la entidad”, dijo sin precisar el origen de esos fondos, y ahora constituye una “entidad global” que marca el ritmo de la prensa oficial, gracias a su “comité de innovación”.
Sin embargo, incluso el implacable conglomerado de Alonso –que ha llegado a destronar a Granma en la primera línea de propaganda del régimen– enfrenta dificultades. Cada mes, Ideas Multimedios lanza una convocatoria para conseguir trabajadores, infructuosa, a juzgar por la insistencia de la petición. El salario, que apenas rebasa los 5.000 pesos (20 dólares en el mercado paralelo de cambio), no es suficiente para atraer a nadie a la redacción más vigilada de Cuba.
Durante el congreso, los asistentes mostraron también su alineación unánime con la política internacional del Gobierno con un minuto de silencio por los periodistas palestinos muertos durante el conflicto entre Hamás e Israel. Además, aseguraron que la prensa oficial necesita “líderes, no directores”, puesto que “no es solo un mecanismo de control político sino de control popular”.
Es necesario hacer cambios, en eso están de acuerdo todos los delegados. “Necesitamos una transformación porque estamos perdiendo audiencias y no estamos mostrando la verdad con un contraste de fuentes e investigación”, alertó el líder de la Upec en Matanzas. Sin embargo, el lema del encuentro aclara, para que no haya confusiones, que “cambios sí, cambios revolucionarios”.
Rogelio Polanco, que ocupaba el centro de la mesa principal del evento, intervino para dejar claro ese último aspecto: aunque haya “mucho que resolver”, la lealtad del “modelo de prensa revolucionario” al régimen que lo creó es “irrenunciable”.
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