Estados Unidos dijo que sigue preocupado por las actividades de Rusia y China con el gobierno de La Habana, y que continuará tomando medidas para contrarrestarlas, tras la noticia del otorgamiento del estatus de país socio del BRICS a la isla.
Estados Unidos dijo sentirse “preocupado” por las actividades de Rusia y China con Cuba tras la cumbre del BRICS, un foro político y económico de países que busca retar el dominio occidental.
Cuba recibió la semana pasada en la ciudad rusa de Kazán el estatus de país socio, al igual que Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. En un principio, Brasil, Rusia, India y China formaban el grupo, pero en 2010 se incluyó a Sudáfrica, conformando las siglas BRICS, por las que se conoce al bloque.
“Seguimos preocupados por las actividades de Rusia y la República Popular China con Cuba, y seguimos tomando medidas para contrarrestarlas. Seguimos confiando en que podemos cumplir todos nuestros compromisos de seguridad en nuestro país y en la región”, dijo un vocero del Departamento de Estado a Martí Noticias.
Reportes de medios estadounidenses han dado cuenta de la cercanía cada vez mayor de Cuba a las autocracias china y rusa. El diario Wall Street Journal llegó incluso a afirmar que en Cuba se construyen bases militares chinas y operan espías rusos encargados de vigilar las tropas de EEUU. El régimen cubano ha negado las alegaciones.
La cancillería estadounidense aseguró que Cuba, como cualquier otro país, “puede escoger los países o grupos con los que desee estar asociado” y aprovechó para desmentir al ministro de relaciones exteriores del régimen cubano, quien dijo en Rusia que los apagones en Cuba se debían al embargo estadounidense.
“Obviamente, Estados Unidos no tiene la culpa de la situación energética general en Cuba”, dijo el vocero. Rodríguez Parrilla aseguró que “en un solo año”, EEUU había detenido a 53 barcos y 27 compañías que buscaban abastecer el sistema eléctrico de Cuba.
El Departamento de Estado señaló que EEUU “no bloquea los barcos que se dirigen a Cuba” y recordó que el embargo es una ley estadounidense en referencia a las prohibiciones de realizar negocios con la isla comunista para las empresas norteamericanas.
“Como hemos visto en los últimos años, las condiciones económicas de Cuba, derivadas de una mala gestión a largo plazo de su política económica y de sus recursos, han aumentado las dificultades del pueblo cubano”, dijo el vocero.
Cuba vive su peor crisis económica en décadas debido a las ineficientes políticas del régimen de corte soviético a lo que se ha sumado el colapso del envejecido sistema electroenergético del país, que la semana anterior provocó apagones generalizados en toda la isla y la suspensión de las actividades económicas no esenciales.
Más de 700,000 cubanos han llegado a la fronteras de Estados Unidos a lo largo de los últimos cuatro años en busca de refugio.
Tras un corto deshielo con EEUU en el último término de la presidencia de Barack Obama, frustrado por un cambio de política en Washington tras la llegada de Donald Trump y las constantes violaciones a los derechos humanos por el régimen cubano, La Habana intentó mejorar las relaciones con el gobierno del presidente Joe Biden.
La represión a las manifestaciones masivas del 11 de julio de 2021 y el poco interés en aprovechar las opciones abiertas al sector privado ha enfriado nuevamente las relaciones entre ambos países. El apoyo cubano a la invasión rusa de Ucrania, manifestado por el gobernante Miguel Díaz-Canel y el envío de mercenarios cubanos al frente ruso, son otras de las cuestiones espinosas en las relaciones entre ambos países.