SLP, México.- Con el sistema electroenergético colapsado, mayor inflación y escasez de combustible, y la constante caída del turismo, el panorama económico en la Isla para este 2025 es crítico.
Aunque para el año que recién comienza el régimen cubano implementará algunas medidas que persiguen mitigar la infausta crisis económica en el país, según anunció el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, este año no sería distinto de los anteriores.
Los cambios implican un aumento de la dolarización parcial de la economía, para recaudar moneda extranjera, pero también contemplan la imposición de una tasa de cambio “flexible” para el dólar y el euro, que se “ajustará” cuando cambien la oferta y demanda de divisas en el mercado formal.
Para la captación de divisas, además, promueven un incremento en las tarifas de Internet, donde se establecerá un límite de consumo, y quienes lo excedan deberán pagar por más conexión.
Sin embargo, ninguno de estos cambios ni otros anunciados son significativos.
En el programa de CubaNet “Pensando Cuba”, el economista Joel Brito, director ejecutivo del Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba, afirmó que para la crisis no existe una solución intermedia.
Salir totalmente del régimen
En conversación con Hernán Alberro y Pedro Acosta, el experto y sindicalista reconoció que, dadas las actuales condiciones, la única salida que tiene la economía cubana es que el régimen tome dos caminos: como Bashar al-Assad, yéndose para Rusia; o como Saddam Hussein, muriendo en una jaula con un tiro en la cabeza.
“La solución es salir totalmente del régimen en las condiciones actuales porque ese régimen ha desbaratado todo en 62 años. Y realmente yo creo que le va quedando poco”, opinó.
Desde el punto de vista político, económico y social, político, económico, social, el panorama es desastroso, pero también lo es desde el punto de vista ideológico: “Cuando ves que 850.000 cubanos han partido de Cuba, cuando ves que en la Isla hay 1.600.000 jubilados, que lo que reciben son 4 dólares por concepto de jubilación, y la canasta básica familiar cuesta más de 100 dólares, eso indica que nada funcionó.
El fracaso cubano se demuestra también con al debacle de la industria azucarera, pues Cuba necesita aproximadamente unas 600 mil toneladas de azúcar para el consumo nacional y el año pasado produjo 380 mil toneladas. De los 165 centrales que tenían, en 2024 trabajaron menos de 56, una cifra ínfima para un país que se preciaba de ser uno de los mayores productores de azúcar.
A pesar de que el pasado año el régimen culpó a los fenómenos naturales por la agudización de la situación, la responsabilidad recae en la mala gestión política cubana.
“Si seguimos y revisamos cifras económicas del año 2024, podemos apreciar que solamente no fueron los desastres naturales los que han causado toda la problemática que tiene Cuba. El problema es que cuando tienes un país que no tiene reservas económicas y ocurre cualquier desastre natural, lógicamente esto tiene implicación mayor en la población. Y va desde la falta de alimentos, la falta de medicina, el deterioro del fondo habitacional, el transporte público”, dijo Brito.
El negocio de GAESA
Las Fuerzas Armadas, a través del monopolio comercial de GAESA, ha continuado capitalizando los dólares, para lo cual han implementado más medidas para poder competir con el cambio de divisas en el mercado informal. Pero para los cubanos se vuelve insostenible poder pagar demasiado dinero por unos dólares.
“El grupo de administración empresarial de las Fuerzas Armadas realmente se ha dedicado a todo este tipo de negocios y es una economía aparte. Es una economía como cuando se hablaba de las famosas reservas del comandante. El comandante llegaba a cualquier lado y donaba a 30 buses. El dueño de Cuba podía hacer lo que quería”, expresó.
Nada ha cambiado demasiado desde que entrara en el poder Raúl Castro y luego lo sustituyera Miguel Díaz-Canel: “Ahora no son las reservas del comandante, son las reservas de GAESA y de Raúl Castro. Es decir, el camino ha seguido siendo el mismo”.
¿Una salida?
Brito consideró que una nueva administración en Estados Unidos podría adoptar un paquete de medidas que pudieran ser aplicadas para ejercer presión económica que llevaría a un colapso total dentro de la Isla.
Cerrando las remesas, poniendo sanciones a cualquier barco que entre a la Isla a entregar petróleo, el régimen colapsaría.
Incluso, afirmó, aunque México se ha convertido en la práctica en el abastecedor número uno de petróleo de Cuba, se podría ejercer presión sobre ese país desde EE.UU.
“Lo puede aplicar desde el 21 de enero y lo puede ir aplicando de forma progresiva en la medida que lo vaya necesitando. Lógicamente eso sí va a ejercer una fuerte presión sobre el régimen cubano”.
En primer lugar, mencionó la medida de mantener a Cuba en la lista de países terroristas, que establece sobre el Gobierno cubano una presión más fuerte desde el punto de vista del sistema financiero internacional.
En segundo lugar, con la ayuda de los aliados de Estados Unidos en Europa, podrían dejar de invertir en la Isla y no enviar turistas allá.
No obstante, según Brito, el mayor impacto para un cambio lo tendría la población. “Lo que realmente va a tener un impacto a corto, mediano o largo plazo dentro de la isla, es que la población ya está harta. La población yo no sé hasta cuándo puede seguir aguantando presiones”.
