MIAMI, Estados Unidos. – El economista cubano Omar Everleny calculó en un análisis publicado en la plataforma La Joven Cuba que en la Isla, “para adquirir una pequeña selección de productos y cantidades necesarias para la subsistencia de dos personas, se necesitan 19.975 CUP” cada mes, una cifra “muy distante de los ingresos de los cubanos promedio”.
Everleny reconoció que se trata de un análisis “muy conservador” que, aun así, pone de manifiesto la enorme brecha entre los costos de los alimentos esenciales y los sueldos en el país, donde el salario promedio en el sector estatal reportado fue de 4.219, según el último reporte disponible (de 2022).
Everleny señala que la inflación, definida como “el incremento generalizado de los precios promedio en un país durante un período de tiempo determinado”, sigue rampante a pesar de intentos por frenarla, con la tasa de inflación manteniéndose en “un 31,69 interanual” a principios de 2024.
Este aumento descontrolado de precios ha afectado principalmente a los alimentos, que registraron “un índice del 671,85 o un crecimiento interanual del 37,30 %”, con la carne de cerdo como uno de los productos más afectados, llegando a “cotizar en La Habana hasta 680 pesos la libra”.
El análisis de Everleny también resalta las profundas desigualdades regionales dentro del país e indica que existen “diferencias y similitudes nacionales (…) relacionadas entre otras causas en los diferentes niveles de ingreso por las provincias”.
Sin embargo, la constante en todas las regiones es que el costo para asegurar una alimentación básica “sobrepasa con creces el salario promedio en el sector estatal”.
La complejidad de la situación se ve agravada por la variada circulación monetaria en el país, incluyendo “los pesos cubanos, los pesos libremente convertibles por vías bancarias, y ahora recientemente los dólares bancarios de nuevo”, lo que añade otra capa de dificultad al cálculo preciso de la inflación real y, por ende, al costo verdadero de la vida en Cuba.
El experto argumenta que la crisis inflacionaria no se debe solo a factores internos, sino también a “factores externos como el bloqueo de Estados Unidos, la carencia de divisas por desajustes o disminución de las exportaciones, aumento de precios internacionales de la mayoría de los alimentos que se importan”.
En su conclusión, Everleny subraya que “solo es posible atenuar la actual inflación cubana, que va en ascenso, con una mayor producción de bienes y servicios”, apuntando a la necesidad de una reestructuración económica que impulse la producción nacional y reduzca la dependencia de las importaciones.
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