SAN LUIS POTOSÍ, México.- Este lunes, el crucero Icon Of The Seas rescató a un grupo de 14 balseros cubanos que se encontraban en las inmediaciones del Caribe hondureño.
Según informó la agencia EFE, el crucero había zarpado de Miami (Florida) para un viaje de ocho días por Honduras, México y Bahamas, cuando los pasajeros y la tripulación se encontraron con un giro inesperado de los acontecimientos.
Mientras la nave se dirigía a Honduras, a través de las aguas cercanas a Cozumel y el oeste de Cuba, los pasajeros a bordo del Icon of the Seas divisaron una pequeña embarcación a la deriva pidiendo ayuda con una bandera blanca.
Rápidamente se envió un bote de rescate para subir a bordo a las personas varadas.
El Icon, con los 14 cubanos a bordo, atracó en la isla de Roatán, el principal destino turístico de Honduras en el Caribe.
Uno de los migrantes, que no precisó cuánto tiempo se mantuvieron en el mar ni cuándo salieron de Cuba, comentaron a los medios que desean llegar a Estados Unidos. Para ello, esperan que las autoridades hondureñas les permitan desplazarse a tierra firme para continuar su periplo.
Just a middle of the ocean rescue. Boat on the right is the Icon of the Seas rescue boat. Someone counted 11 people transferred from the stranded vessel. pic.twitter.com/9KaRVvebGF
— RealAssasZin (@RealAssasZin) March 3, 2024
En su deseo de arribar a costas estadounidenses, numerosos grupos de cubanos se lanzan a la peligrosa travesía marítima.
Escapando de un contexto de escasez de alimentos, insumos médicos de la creciente inflación, muchos cubanos arriesgan sus vidas para alcanzar una mejor.
A finales de febrero, el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos repatrió a Cuba un total de 25 migrantes, según informó la prensa oficialista.
El grupo, compuesto por 16 hombres, ocho mujeres y una menor de edad, había intentado llegar a costas estadounidenses tras una salida ilegal desde Playa Baracoa, provincia de Artemisa.
El éxodo de la Isla en apenas dos años ya suma más de medio millón de migrantes (al menos 533.000) y es el mayor registrado desde 1959.
Para intentar detener la crisis, funcionarios del Gobierno de EE.UU. implementarán una estrategia de tres partes. Esta se basa en un “aumento histórico de las vías legales, seguras y ordenadas de la migración”; en esfuerzos conjuntos con los socios internacionales de Washington y en un enfoque en el cumplimiento de la ley.
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