AREQUIPA, Perú – Dos periodistas insertadas en el oficialismo del régimen castrista criticaron este fin de semana la apertura del Supermercado en la zona de 3ra. y 70, Miramar, donde los cubanos están obligados a realizar compras en dólares.
El establecimiento, perteneciente a Tiendas Caribe de la corporación CIMEX —vinculada al Grupo de Administración Empresarial (GAESA) de las Fuerzas Armadas—, únicamente acepta tres métodos de pago: dólares en efectivo, tarjetas bancarias extranjeras y la tarjeta “Clásica”, que también opera en USD.
En una publicación de Facebook, la periodista de Radio Rebelde, Ana Teresa Badía, cuestionó por qué no se incluye en los medios de pagos del supermercado las tarjetas en Moneda Libremente Convertible (MLC) que en los últimos años se había utilizado en ese tipo de establecimientos.
“¿Por qué no se puede comprar con tarjetas de MLC y sí con la llamada Clásica? ¿Qué se convirtió en MLC, el polvo de Aladino? No, dólares o euros que se entregaron al banco”, inquirió la reportera.
En su texto, Badía comparó la nueva tienda con las estafas de la dictadura a los médicos cubanos (como su madre) quienes fueron forzados a convertir sus pagos de “misiones” fuera de la Isla de MLC a pesos cubanos, a razón del cambio oficial, o dejarlos en “depósitos” que “siguen sin pagarse hasta la fecha”.
“Me alegraría mucho que ciertamente ese dinero ayude a abastecer otros comercios que se dejaron destruir y no precisamente por falta de recursos, sino de iniciativas e identidad”, señala la periodista.
Asimismo, Badía resaltó que si bien la comunicación no resuelve todos los problemas organizacionales reales, no puede haber ningún proyecto experimental en Cuba cuya implementación no se explique.
En ese sentido, la reportera mostró su deseo porque la nueva iniciativa devuelva el amor por el cliente en los establecimientos comerciales, argumentando que actualmente son lugares tortuosos para hacer compras.
“Ni un ápice de atención como si se entrara a robar o les debiéramos algo. Ni una jaba, trato pésimo, desamor. Claro es parte de la cultura de lo feo que parece imponerse”, agregó.
Por su parte, otra periodista dentro del sistema de medios del castrismo, Ania Ortega, reaccionó a la crítica de Ana Teresa Badía calificándola como “suave”.
“Somos suaves colega. La realidad que vivimos no lleva un periodismo suave, pero hasta ahí hemos llegado y nos han llevado”, menciona Ortega sin tampoco apuntar directamente a los responsables.
“Todas las razones que cuestionas son tan elementales como ilógico es que no se hayan informado. Tal parece un mercado de otro mundo, colocado ahí por obra y gracia de la inteligencia artificial. ¿Somos o no un país bloqueado al que nada se le permite comercial y financieramente? Entonces, ¿todas esas mercancías fueron abducidas y colocadas allí por ET?”, agregó.
Aunque ambas periodistas coincidieron en la desinformación relativa a la apertura del supermercado, lejos de ofrecer claridad sobre esa y otras cuestiones planteadas, prefirieron conducir el debate por medio de interrogantes que hubieran servido un mejor propósito al presentarse apropiadamente ante funcionarios del régimen.
“¿Quién o quiénes tienen el deber y obligación de informar sobre este nuevo mecanismo de venta en 3ra y 70? ¿Por qué se sigue dando lugar a los rumores y dudas, acaso esa desinformación ayuda a alguien? ¿A quién? ¿De quién es esa tienda? ¿El dólar recaudado en ese nuevo tipo de Mercado a qué será destinado?”, escribió Ortega.
Al respecto, el economista e investigador Mauricio de Miranda Parrondo, ofreció un análisis en Facebook sobre el tema sin las tibiezas discursivas a las que suelen recurrir los empleados del castrismo para evadir la represión.
Según opina, el Gobierno cubano ha demostrado con las recientes medidas su carácter rentista.
“Lo suyo es exprimir, pero deberían entender que se puede exprimir hasta el límite de que pueda obtenerse algo de ello. Llega un momento en el que hasta el limón -que una vez nos dijeron que era ‘la base de todo’- ya no suelta zumo (…) Exprimir a una sociedad es explotarla, eso no tiene otro nombre”, afirma.
En su post, Miranda Parrondo recuerda acciones que ha tomado el régimen cubano desde hace más de cuatro décadas para exprimir los bolsillos del pueblo en la Isla. Subraya así la creación de tiendas del oro y la plata para cambiar joyas por “certificados de divisas” durante los años 80; la apertura, tiempo después, de las Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD); la bancarización del dólar de los cubanos y el cambio por el “chavitos” o CUC; el reciente intento de unificación monetaria con la fallida “Tarea ordenamiento”; y la proliferación de las tiendas en MLC.
“El punto es que resulta inadmisible tanta burla a la Nación cubana, sí porque aquí estamos siendo burlados quienes viven dentro del país y quienes vivimos fuera. A todos nos exprimen, mientras se los permitamos”, concluye el economista.